El INR llegó a las 2.000 camas fabricadas por personas privadas de libertad y con esta cifra se cumple con la meta planteada en el Plan Dignidad Carcelaria (2020 - 2025) de que 1.800 internos de los establecimientos dejaran de dormir en el piso. El establecimiento Nº 13, Las Rosas, fue destinatario de parte de esas camas.
En la unidad de Treinta y Tres funciona uno de los tres aserraderos que producen la materia prima para todos los establecimientos.
“Tenemos dos procesos: uno la cucheta terminada y, el otro para facilitar y ganar tiempo, es un kit del producto en bruto para que las unidades que tienen carpintería lo terminen ahí. Actualmente también estamos mandando a otros aserraderos los trozos de tronco para que los procesen desde cero porque acá tenemos bastante forestación”, explicó Christian Sosa, subdirector administrativo de la Unidad Nº 23.
El aserradero del establecimiento emplea a ocho personas privadas de libertad que trabajan en todas las etapas del proceso y mensualmente se procesan doce árboles.
“Se han enviado a la Unidad Nº 7 (Canelones), a la Unidad Nº 15 (Cerro Largo), a la Unidad Nº 13 (Las Rosas), a la Unidad Nº4 (ex Comcar) y también a la cárcel de Tacuarembó (Unidad Nº 26)”, señaló Sosa.
La producción de camas en todo el país continúa para cubrir las necesidades de nuevos ingresos.