El sistema de seguridad y respuesta al delito en Punta del Este no es “adecuado”, pero el problema reside en que el ministerio del Interior tiene sobre el tema una concepción “de clase”, dijo el senador Sergio Abreu, a FM Gente.
Abreu, que el domingo mantuvo un encuentro con el alcalde de Punta del Este, Martín Laventure, y con el presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, Luis Borsari, analizó la información que está recogiendo sobre la seguridad en el balneario. Recordó que es miembro de la Comisión Permanente del Parlamento, donde está prevista una interpelación al ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
“La seguridad no está vista con un criterio integral (en Uruguay), sobre todo en los balnearios del este”, dijo. Agregó que “la seguridad es un problema de todo el país, cada día más grave, no solo en los centros urbanos, sino también ahora en los aspectos regionales, subregionales”.
Apuntó que “el tema de la seguridad en Punta del Este y en los balnearios del este tendría que haber sido manejado con señales más claras y no respondiendo después que los hechos ya acontecieron”.
En Punta del Este “da la sensación como que no hay una protección adecuada, o que hay un divorcio relativo entre el ministerio del Interior, la visión del ministro y del subsecretario (Jorge Vázquez), y la Jefatura de Policía que hace un esfuerzo por cumplir con su deber”, aseguró.
“No hay compromiso porque aparece un sentido de clase en todo esto, como un sentido de que los ricos no necesitan cuidarse por los demás, sino que tienen que cuidarse a sí mismo, como dijo de alguna manera el subsecretario o el ministro”, expuso.
Aseguró que “nosotros creemos que el tema es diferente: acá lo que hay que cuidar es al turismo que es uno de los principales ingresos del país, hay que cuidar a los trabajadores, a todos los que viven de esto, y hay que dar la imagen y la señal clara de la seguridad”.
Consideró que “la seguridad, como está planteada, realmente deja mucho que desear”. “Voy entrevistarme el sábado que viene con el señor jefe de Policía (Juan Balbis) para llevar información y para manejar algunos aspectos que me parece que no son de la debida severidad con que debe manejarse la política de seguridad, desde las alturas, desde el ministerio, desde el subsecretario”, reveló.
Abreu negó que la reunión con Laventure y Borsari pueda sugerir que podía obtener información que pudiera no obtener del jefe Balbis. “Lo que nosotros quisimos era conversar, ver cual era su preocupación (la de Laventure y Borsari), la preocupación que ellos tenían, cómo lo veían, y además solicité, incluso ante la presencia de ellos, una audiencia con el señor jefe de policía que inmediatamente me la concedió”, aclaró.
“Nosotros queremos estar no solo interiorizados, queremos tener algunas respuestas nuestras, algunas propuestas que hemos venido elaborando desde que visitamos al señor (ex alcalde de Nueva York, Rudolph) Giulliani, en Estados Unidos, a algunos especialistas en el tema de seguridad en Río de Janeiro, y poder ayudar con propuestas concretas”, dijo.
Afirmó que “el tema es ir con algunas ideas para reforzar el sistema policial, desde la capacitación hasta los instrumentos que hacen a la eficiencia de la policía, en estos lugares con una especial sensibilidad por el grado de delincuencia que existe, y por la propia naturaleza de los delitos que se cometen”.
“Me preocupa Punta del Este porque teniendo clara consciencia de los recursos que se manejan en el comercio exterior, ya sea en la balanza de pagos o la balanza comercial por lo que ingresa por el turismo, si nosotros no brindamos un servicio de seguridad adecuado, o las explicaciones adecuadas, o las prevenciones adecuadas, y las señales claras y severas en materia de seguridad, podemos comprometer la imagen del país”, aseveró.
Sobre las declaraciones del subsecretario Vázquez de que la gente que veranea en Punta del Este podría estar un poco más alerta a ser víctimas de algún delito, Abreu calificó el comentario a “un escapismo natural de los jerarcas”. “Me parecen apreciaciones subjetivas, inadecuadas”, agregó.
“Las señales que salen del ministerio del Interior dicen que los ricos se arreglen solos; este es un gobierno prejuiciado, que además tiene encima una visión equivocada de la importancia que tiene el turismo, y de la participación de los que desde el turismo le dan al país ingresos importantísimos en su balanza de pagos”, analizó.
Juzgó que “el ministerio del Interior tiene resultados muy magros en materia de seguridad, de prevención y de represión, la delincuencia es un problema que nos afecta a todos, y a veces los ministros tienen estos temas o este tipo de actitud que pueden ser juzgados de una manera u otra, pero no es la mejor para dar tranquilidad”.
Afirmó que su propuesta sobre seguridad incluye “hacer una carrera policial más corta, con una capacitación más exigente, con sueldos más altos, con la especialización en particular tanto de la Guardia Metropolitana como de la Guardia Republicana”. “Insistir en esa especialización, crear un sistema de viviendas para policías, para sacarlos fuera de los ámbitos donde viven, que las familias no estén condicionadas por determinados ambientes, tener una auditoría interna muy fuerte que controle la corrupción interna de la policía con mucha fuerza, y sobre todo dotarnos de tecnología que no es tan difícil”, completó.
“Somos partidarios de un sistema carcelario autónomo, con especialistas en cárceles, pero que se construyan”, indicó. Observó que “hoy hay 10 mil presos, y la reincidencia es del 60%, así que imagine que seis mil van a volver a delinquir, y eso porque el sistema está fallando en todos sus esquemas”, reputó.
Abreu prometió que “antes de la interna vamos a anunciar quien va a ser nuestro o nuestra ministro del Interior, de manera tal que la población nacionalista que vaya a votar en la interna sepa cuales son las ideas que se tiene, y cuales son las personas que van a ejecutar las políticas que estamos impulsando”.
Describió la interna actual del Partido Nacional como de “una alta movilidad dentro de un partido político, y un partido político también maneja opciones personales, afinidades, y determinados momentos puntuales”.
“Lo importante aquí es que quede claro que no hay un líder fuerte ni un conductor importante, sin un partido fuerte, sin un partido organizado”, avisó.
Dijo que “basta ver lo que sucede en el Frente Amplio para decir que cualquier tipo de discrepancias que nosotros podamos tener es un juego de niños” al lado de las de ellos. “Hay esa imagen de que hay una propensión al enfrentamiento dentro de la colectividad nacionalista”, reconoció.