La última sesión de la Junta Departamental transcurría con normalidad hasta que un reclamo efectuado por la edila frenteamplista Lourdes Ontaneda, en el que se acusaba a una jerarca de la IDM de preocuparse sólo de algunas situaciones por tener un hijo autista, generó el rechazo del oficialismo que exigió disculpas y no conforme se retiró de sala.
Durante la sesión plenaria de este martes, la edila Lourdes Ontaneda hizo un planteo en el que manifestaba su preocupación por lo que entendía era el "desmantelamiento de redes sociales".
Ontaneda, oriunda de Pan de Azúcar, explicó que la zona "contaba con un móvil para el traslado de las personas minusválidas a los diferentes centros en los cuales tenían que hacerse sus tratamientos. Este móvil de la Intendencia funcionó prácticamente durante los 10 años de Gobierno del Frente Amplio, y esa tarea se realizaba diariamente, sobre todo con los integrantes de Acridu de Piriápolis".
Sin embargo, según la edila, actualmente ese servicio se desafectó y dijo que el motivo "supuestamente" era debido a un "enfrentamiento" que Acridu mantuvo con la directora de Políticas Sociales, Eliana González, aunque no abundó en detalles.
De acuerdo a lo planteado por Ontaneda sólo se mantuvo el servicio para la ciudad de Pan de Azúcar y dijo que quería denunciar la situación porque se trataba de un acto discriminatorio.
Para sorpresa de varios ediles, de los tres partidos, Ontaneda a continuación se despachó con un párrafo que generó rato mas tarde un amplio rechazo.
La edila dijo que "se defiende mucho el autismo, porque tenemos un hijo autista, pero se desatiende lo otro para hacer política “in situ” y darle potencialidad al Municipio donde está su esposo".
De esta forma, Ontaneda acusó a González de favorecer el trabajo hacia personas con T.E.A. (trastornos del espectro autista) ya que es madre de un chico autista y también acusó de que dado el vínculo matrimonial entre González y el Alcalde de la zona, Miguel Plada, la jerarca no retiraba el transporte para discapacitados a ese lugar para favorecer a su esposo.
"Es una vergüenza y me duele decirlo; me duele porque son mis vecinos pero tengo que
denunciar este hecho" disparó Ontaneda.
Sin embargo, y a pesar de que 28 ediles acompañaron el destino del planteo de la edila que pidió que se tomaran cartas en el asunto y que se restableciera la locomoción para toda la zona, a los pocos minutos comenzaron los pedidos de cuartos intermedios ya que los nacionalistas comenzaron a analizar en su bancada la reacción ante lo expuesto por Ontaneda.
Mientras esto sucedía, en las redes sociales por donde comenzó a circular la información del extremo alcanzado por Ontaneda en su planteo, varios reconocidos frenteamplistas se expresaron marcando distancia de la forma y el contenido personal al que había apelado la edila.
Rato más tarde el tema volvió a sala ya que se votó su tratamiento urgente y los blancos reclamaron que Ontaneda se disculpara y rechazaron la actitud asumida por la legisladora.
La propia aludida, visiblemente afectada, intentó explicar el alcance de sus palabras y ensayó una disculpa pública que, sin embargo, no conformó a los nacionalistas que reclamaban por un expreso reconocimiento de lo que calificaron como falta de códigos y llevar el reclamo a cuestiones de la vida privada de una jerarca, sobre todo, utilizando la situación de un chico con T.E.A.
Por otra parte, varios ediles frenteamplistas que hicieron uso de la palabra luego de Ontaneda hicieron suyas las disculpas en nombre de toda la bancada y reconocieron que su compañera había incurrido en un error como el caso del edil Fermín de los Santos, José Luis Noguera y Washington Martínez.
A su vez, los frentistas le achacaron a los blancos no cumplir con el acuerdo alcanzado durante los cuartos intemedios por el cual se retirarían de la versión taquigráfica los dichos de Ontaneda y ésta pediría disculpas. Esto se debió a que luego de entrar en el tratamiento del asunto, los nacionalistas expresaron en sala que pretendían que los dichos quedaran en la taquigráfica para dejar "constancia" de los hecho por la curul.
Molestos unos y otros, ya que los colorados denunciaron a través de la edila María del Rosario Borges que esa colectividad no había sido llamada ni consultada para la coordinación entre bancadas, la sesión finalizó abruptamente cuando se pidió un cuarto intermedio y se anunció que los blancos -que por mayoría manejan el quorum para sesionar- no volverían a ocupar sus bancas.
La reunión terminó con acusaciones cruzadas entre blancos y frentemplistas y mientras se retiraban de sala se generó un duro cruce entre quien ofició de coordinador de la bancada de gobierno en esa sesión, José Jovino Plada, y el frenteamplista Leonardo Corujo ya que el blanco "lo invitó a pelear a la salida" según testimoniaron varios ediles que presenciaron la situación generada entre ambos.