Alejandro Rodríguez Avero, poseedor de antecedentes penales varios entre los que figura una fuga de la cárcel de Las Rosas, volvió a la cárcel luego de vincularlo al hurto de un automóvil que se registró el año pasado en La Barra. A pesar de que tiene 23 años, carga con un historial de condenas y varias veces fue vinculado con otros delitos por los que se lo investigó pero nunca comprobar. En la interna policial tiene también fama de “hábil declarante” lo que le habría permitido “zafar” de algunos hechos.
De acuerdo a la información oficial emitida por la Jefatura de Maldonado, en la mañana del 7 de febrero del año pasado se registró el hurto de un auto marca Citroën, modelo C4.
En aquel momento, el propietario denunció que al llegar al domicilio de un familiar, en calle Las Sirenas de La Barra, bajó del vehículo por unos minutos, dejó las llaves puestas y la puerta del conductor abierta. Al retornar vio a un desconocido subiendo al Citroën y huyendo en él.
Poco después, el auto fue localizado, por los Investigadores de la Zona II, en el patio de una casa en calle Justicia, en la zona de Maldonado Nuevo.
Policía Científica practicó pericial en el vehículo y se recogieron huellas dactilares e indicios biológicos que fueron enviados a la Dirección Nacional de Policía Científica para su análisis.
El vehículo fue entregado a su propietario y la investigación prosiguió.
Lo que la información policial no aclara es qué sucedió a lo largo de un año ya que se establece que “en el mes de enero (de este año) fue recibido el resultado de los análisis por el que se vinculó a Rodríguez Avero con el hecho”.
Para estas fechas, el hombre estaba recluido en la cárcel desde el 20 de mayo del año pasado cuando fue condenado por otros delitos.
De hecho, durante el año anterior, Rodríguez Avero protagonizó una serie de incidentes que lo llevaron a la condena que actualmente purgaba en la prisión: a principios de marzo del 2020, y como parte de uno de los denominados Operativo Chajá, realizado en Maldonado Nuevo, se intentó identificar a dos sujetos que circulaban en una moto marca Mondial 125cc.
Los hombres huyeron y la policía los persiguió por los pasillos del lugar hasta que al llegar a Agapito Parabera y Manduy, abandonaron la moto, que estaba requerida por hurto, y un revolver calibre 38 con seis cartuchos.
Allí fue detenido Rodríguez Avero, luego sometido a la justicia y condenado, como autor de un delito de receptación, a la pena de siete meses de prisión.
Fue alojado en la cárcel de Las Rosas hasta la madrugada del 18 de mayo cuando, junto a Ruben Michel Soca Noguez (37, oriundo de Treinta y Tres), protagonizaron una fuga del establecimiento ayudados por la niebla y cortando el tejido.
La policía montó entonces un intenso operativo de búsqueda en el que participaron distintas unidades del Ministerio del interior, incluyendo un helicóptero. Parte de la búsqueda se direccionó hacia San Carlos, lugar donde Rodríguez Avero podía encontrar refugio.
No obstante, la recaptura de los fugados se concretó gracias a un llamado al 911 que realizó una mujer en la madrugada del 20 de mayo. Fue sobre la 1.30 cuando Soca Noguez y Rodríguez Avero intentaron robar un auto en calles Leandro Gómez y Ofiuco, pero fueron sorprendidos por la dueña del auto.
El CCU montó un operativo en la zona que culminó con uno de los sujetos intervenido en un monte cercano a la casa de la víctima y el otro intervenido poco después tras ser encontrado escondido debajo de unos arbustos.
La justicia entonces condenó nuevamente a Rodríguez Avero, agregando 1 año de condena a la pena anterior que estaba cumpliendo cuando la fuga.
Ahora, vinculado al robo del Citroën, el juez Diego Rodríguez lo volvió a condenar, esta vez como autor de un delito de hurto agravado, a la pena de 16 meses de prisión (sin perjuicio de la eventual unificación de penas).