Lo adelantó en FM Gente la presidenta del gremio de los municipales, Dina Fernández Chaves. La medida se puede dilatar, únicamente, si algún afiliado presenta un recurso de anulación, hecho que no ha trascendido hasta el momento. A partir de allí los trabajadores expulsados tendrán 10 días hábiles paras apelar la decisión de la Asamblea.
“Según los estatutos nosotros estaríamos confirmando la expulsión el lunes si no se presenta un recurso de anulación”, indicó. El recurso puede ser interpuesto por cualquier funcionario que entienda que hay que seguir “depurando”, agregó la dirigente.
“La idea no es correr gente. La idea es desactivar toda una movida que se estaba organizando para armar un gremio paralelo. Eso desprestigia la herramienta sindical y la debilita. Pero si no existe ningún recurso de anulación que dé lugar a replantearnos algunas situaciones el lunes se estaría confirmando, por parte del Consejo Ejecutivo la expulsión”, insistió Fernández Chaves.
A partir de ese día, los trabajadores desafiliado tienen un plazo de 10 días hábiles para presentar un recurso de apelación ante la asamblea. “Ahí después se convoca a asamblea y se trata puntualmente el tema”, explicó la sindicalista.
En la asamblea celebrada este martes, los municipales trataron el beneficio del salario vacacional conseguido en las negociaciones con la Intendencia. Fernández Chaves indicó que el reparto equitativo del dinero se verá perjudicado por el incremento de la plantilla de funcionarios de la Intendencia, que pasó de 2.640 a 3.003.
“Cuando se vota el presupuesto de la Junta Departamental, ediles de las tres bancadas hablaban de 3.003 funcionarios. O sea que en pocos meses subió en casi 400 funcionarios la plantilla municipal. O sea que si se divide equitativamente, cada vez vamos a cobrar menos. Por ahí pasó el planteo”, detalló.
El asunto motivó que, en un momento dado, la asamblea se caldeara, narró Fernández Chaves. “Pero bueno, pasó más que nada por la frustración de que se tomó una resolución intempestivamente, ante el planteo de determinados funcionarios que no tenían la obligación de la conducción del sindicato y, por lo tanto, con mucha soltura, tiraron al azar una cifra que ni siquiera conocían. Ahí se puso un poquito caliente la asamblea pero tratamos en todo momento de poner paños tibios porque no era el momento ni la oportunidad de pasar facturas a nadie”, comentó.