Por quinto año consecutivo, America Business Forum reunió a CEOs, líderes políticos y emprendedores del mundo en Punta del Este, con la meta de proyectar el futuro económico y cultural del continente. Cinco mil fueron los participantes en el evento. Adrián Suar fue uno de los oradores de esta nueva edición, en la que conversó con el presentador Ismael Cala acerca de su experiencia personal y profesional en el mundo del espectáculo: qué es el éxito, cómo sobrellevar los fracasos y cómo le gustarían que lo recuerden cuando ya no esté.
A continuación, los testimonios, momentos y conceptos más relevantes de la entrevista al reconocido actor y productor argentino.
Actor por vocación?
A.S.: Lo que me llevó a la actuación fue la vocación, que es como un juego que no podés parar. No siento que la parte empresarial en el mundo del espectáculo sea mi fuerte pero lo fui aprendiendo y perfeccionando con los años.
I.C.: En una entrevista previa tu dijiste que nunca te comiste el tema de la fama, ¿cómo haces para sobrellevarlo?
A.S.: Hay que tener humildad en el éxito, sino te quedás solo. Cuando sos exitoso y boludo, te quedas solo. En cambio, cuando tenés los pies en la tierra, se construyen lazos más fuertes con las personas, para que cuando te caigas te ayuden a levantarte, en vez de pisarte.
El éxito y el fracaso
A.S.: En esta profesión, uno es uno con la aprobación del otro pero con los años aprendí que el hecho de emprender un proyecto y llevarlo a cabo desde cero ya es un éxito, más allá de los resultados o de la aprobación de mis pares o el público. Hoy por hoy estoy muy contento con todo lo que logré, la vida profesional me dio mucho más de lo que yo estaba preparado, trabajé mucho pero me dio más de lo que me merezco.
Tuve muchos fracasos tanto en la vida personal como profesional. En lo profesional, tuve la suerte de hacer muchos programas, pero recuerdo un año que fracasé en tres programas seguidos y aprendi muchisimo de eso. La mirada externa y la crítica te juegan muy en contra, por eso hay que saber cómo estar de la cabeza para aguantar. Yo estaba triste, deprimido y con la autoestima baja, lo que sucede cuando fracasás, pero decidí tomarlo como parte del camino y hacer un cuarto programa. Aprendí a estar en paz conmigo y no castigarme. Los fracasos me fortalecieron y aprendí a quién escuchar a quién no y cómo tengo que estar cuando me hablan. Finalmente, sentí una satisfacción enorme porque resurgí del fracaso y pude salir adelante.
Esta profesión te permite darte cuenta de qué estás hecho para afrontar la adversidad. Uno no es mejor en el éxito ni peor en el fracaso, hay que aprender a mantener el equilibrio. El fracaso tiene su sabor, porque te fortalece como ser humano.
La intuición
I.C.: ¿Cómo ha sido el proceso de confiar en su intuición a la hora de tomar decisiones?
A.S.: Creo mucho en la intuición. Yo no soy una persona académica, a mi me preparó el oficio. Hay diferentes tipo de inteligencia, pero a mi la profesión me permitió desarrollar sobretodo la inteligencia emocional. Me ha ido mucho mejor en la toma de decisiones cuando le di rienda suelta a mi intuición. No hay una explicación, es un acto de fe y hay que escucharlo.
Liderazgo positivo
A.S.: Hoy la industria del entretenimiento tiene una dinámica exponencial y es complicado adaptarte a la rapidez de los cambios. Cada uno tiene su librito. Lo que yo entendí muy tempranamente es que estar al frente de una empresa es una enorme responsabilidad, porque trabajás con personas. Creo que el buen trato es muy importante. En el vínculo humano siempre trato de que las personas que trabajan en mi empresa no sientan la tensión jefe - empleado. Dividir entre superior e inferior hace daño. Es muy importante el líder positivo en un equipo.
Dejar un legado
A.S.: Es muy importante en este oficio pensar cómo querés que te recuerden el día de mañana. Recuerdo que sobre mi padre, la gente que lo conocía me decía que era muy buena persona y demás calificativos que se refieren a lo humano. Quiero que mis hijos tengan un recuerdo de su padre como alguien a quien el ego no lo sacó del juego.
I.C.: ¿Qué quieres que la gente diga de ti cuando tu ya no estés?
A.S.: “Se divirtió mucho”.