El reconocido psicólogo, autor del libro “Educar sin culpa”, dialogó este sábado en el programa de FM GENTE La Revista del Sábado. Hizo hincapié en la necesidad de que la sociedad civil se eduque en salud mental y emocional como formas de prevención. “Tenemos que tener una formación permanente porque hoy estamos todos angustiados, pero ojalá esa angustia nos ayude a movernos y que mañana no lo olvidemos fácilmente”, señaló.
De Barbieri es psicólogo clínico, especializado en psicoterapia existencial y logoterapia. Además de ser escritor, dicta talleres, cursos y conferencias. El jueves escribió un texto en sus redes sociales que se viralizó sobre el femicidio de Valentina. Allí resaltó, entre otras cosas, que cada 100 suicidios en Uruguay, 80 son de hombres. “A los varones (en general obviamente), nos cuesta aceptar las pérdidas afectivas”.
De Barbieri expresó que una forma de prevención es educar sin estereotipos de género, donde el varón pueda expresar sus sentimientos y cuente con herramientas para manejar la frustración.
“Una pérdida amorosa y afectiva el adulto frágil, el “macho tóxico”, no la tolera. ´No, no puede ser que me dejó´. Si, te dejó. La baja tolerancia a la frustración genera un psiquismo más frágil por lo cual cuando mañana aparece un sufrimiento el gurí sufre más porque le falta como un entrenamiento en las pérdidas”, dijo en entrevista con FM GENTE.
“Si nosotros evitamos que nuestros hijos se frustren evitamos que crezcan”, explicó. “Cómo va a ser feliz si no conoce el dolor, si no encuentra un adulto referente que sostenga que está triste porque su novia lo dejó. Un problema grande que tenemos los varones es no tolerar que nos dejen”.
“A los dos añitos pierde un peluche y los padres salen desesperados a comprar otro igual en vez de decirle “bueno lo perdiste, le hacemos una cartita, lo vas a extrañar mucho y seguimos”. No, los padres vamos le compramos otro igual”, criticó.
“Tenemos chiquilines que con 11 años se están cortando, otros que están consumiendo alcohol. Esos chiquilines llegan a los 14 años, pierden un examen y no terminan el liceo. Los chiquilines están muy solos y tienen pocos recursos para atravesar las situaciones de malestar”, añadió.
LOS ADOLESCENTES
De Barbieri estuvo trabajando en un liceo de Colonia Valdense luego de conocer la noticia del feminicidio de Valentina y dijo que “los gurises sufren muchísimo. Estuvimos trabajando sobre eso, sobre cómo hacer para ayudar a una amiga que está en una situación violenta y cómo hacer para ayudar a un amigo”, contó.
“También tenemos que ayudar cuando es un varón que no está pudiendo controlar sus impulsos y reacciona de manera violenta”.
“Los vínculos tóxicos que los chiquilines tienen hoy, no solo en el noviazgo, sino también en amistades (…) tiene que ver mucho con los estereotipos de género, la educación en la casa y la cultura”, dijo De Barbieri.
“Qué van a ser distintos los jóvenes de hoy, son homofóbicos, se insultan, no lo son. Los docentes saben de qué estoy hablando. Se pegan, se insultan, se hacen bullying”, expresó.
“Es muy importante que como padres si vemos actitudes violentas de nuestros hijos desde niños tomemos medidas, “te dije que no es no”, la autorregulación emocional es la libertad”, indicó.
Asimismo dijo que el contexto familiar era muy importante “pero ojo, que no es suficiente”.
VIOLENCIA DE GÉNERO
“La violencia sí tiene género, es cuestión de leer. No es un capricho, no es una cuestión de partido político. Es simplemente leer que el movimiento feminista es un movimiento de paz, de igualdad, no es contra los hombres. No, no estamos en contra de los hombres, estamos en contra del machismo que habita predominantemente en los varones pero también en muchas mujeres”, dijo De Barbieri.
“Cada 100 suicidios, 80 son varones. ¿Conocen el dicho se mató porque la mujer lo dejó? No, no se mató porque la mujer lo dejó. Se mató por no poder gestionar la frustración. Por no tener herramientas para elaborar el duelo”.
“Esa fragilidad emocional nos preocupa”, remarcó.
“La violencia del hombre es sobre el hombre y sobre la mujer. Nos matamos entre nosotros, matamos a la mujer, y después me mato a mí mismo”.
También se refirió a la imposibilidad del varón de expresar sentimientos por una cuestión de género: “Cuando trabajo talleres con familias ¿qué te dicen los abuelos? Me reencontré con la ternura con mi nieto. Porque la cultura machista no le dejaba al abuelo ser tierno con su hijo varón. ´Que se haga macho, hijo de tigre´. Eso lo tenemos que seguir cambiando, estas cifras, estos asesinatos nos demuestran que falta”.
RESPONSABILIDAD DE TODOS
“¿Se entiende que normalizamos todo? ¿Que ya nadie habla de Natalia Lagos?”, criticó.
“Si, hubo una falla del Estado. Pero yo no me quedo esperando. La sociedad civil se tiene que mover, los padres, los directores liceales, los docentes y las familias se tienen que formar. Todos tenemos que hacer prevención”.
“Yo entiendo que hoy estemos angustiados, pero no me como la pastilla. Ya tengo 51 años. Si no se hacen cosas concretas … como una ley de educación emocional que venimos promoviendo junto a grandes colegas. No es que va a solucionar todo, pero por lo menos para tener un modelo de abordaje. Los docentes nos dicen ´nosotros no sabemos tratar un ataque de pánico´. Tienen gurises con intentos de suicidios ¿cómo hacen?”, señaló.
Hizo énfasis en que toda la sociedad debe tener una formación permanente “porque hoy estamos todos angustiados, pero ojalá esa angustia nos ayude a movernos y que mañana no lo olvidemos fácilmente”.
“Primero ya sabes que si es mayor de 18 años no va a pasar lo que pasó ahora, ni cerca, ojalá que me equivoque”.
Sin embargo, dijo que tenía algo de optimismo y reconoció “que hay una sensibilidad mayor en la sociedad. Yo doy talleres de salud mental y hace dos años que trabajo con muchas empresas, eso antes no pasaba”.
“¿Cómo avanzamos como sociedad si no tomamos medidas de formación permanente en prevención? Quiero creer que de esto vamos a aprender todos”, sentenció.
Podés escuchar la entrevista completa haciendo click en el enlace debajo.
Foto: Alejandro De Barbieri