Con el ánimo de contribuir a “la recuperación económica” del país y atendiendo a la sorpresa que los turistas extranjeros se llevan al no poder acceder a la compra de cannabis como creían erróneamente, el diputado frenteamplista Eduardo Antonini presentó un proyecto de ley pensado para permitir a los visitantes la adquisición y el consumo de marihuana.
La iniciativa procura “complementar la normativa vigente en materia de regulación del cannabis psicoactivo para uso adulto, desarrollada por la Ley Nº 19.172, de 20 de diciembre de 2013, teniendo en cuenta su incidencia en el desarrollo de la actividad turística en nuestro país”, señala el documento.
La norma propuesta contiene solo cuatro artículos.
El primero de ellos propone que “las personas no residentes que se encuentren legalmente dentro del territorio de la República podrán acceder, durante el tiempo que dure su estadía, a los mecanismos de expendio de cannabis y sus derivados para consumo personal, previstos en los literales F) y G) del primer inciso del artículo 3 del Decreto-Ley Nº 14.294, de 31 de octubre de 1974, en la redacción dada por la Ley Nº 19.172 y modificativas”.
El artículo segundo prescribe que “los emprendimientos turísticos que se encuentren acreditados ante el Ministerio de Turismo, podrán asociarse con los clubes de membresía previstos por el literal F) del artículo 3° del Decreto-Ley Nº 14.294, de 31 de octubre de 1974, en la redacción dada por la Ley Nº 19.172 y modificativas, o contar con ellos dentro de sus instalaciones”.
El tercero apunta a sustituir un inciso de ese decreto por otro que reza que “los clubes de membresía deberán tener un mínimo de quince y un máximo de doscientos socios” y “podrán cultivar hasta trescientas plantas de cannabis de uso psicoactivo y obtener como producto de la recolección del cultivo un máximo de acopio anual proporcional al número de socios y conforme a la cantidad establecida para el uso no medicinal de cannabis psicoactivo.”
Por último la norma determina que debe ser remitida al Poder Ejecutivo para su consideración y reglamentación.
Los motivos
El diputado del MPP basó su propuesta en la necesidad de desarrollar “nuevas estrategias que potencien las actividades económicas asociadas al flujo del turismo extranjero hacia el país”, después de los daños que ha sufrido la actividad a consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Antonini destacó que, de acuerdo a los datos que maneja el Instituto Uruguay XXI, “con US$1.800 millones de ingresos anuales, el turismo es la principal actividad económica del país, superando a los rubros tradicionales.
En promedio nuestro país recibe más de tres millones de turistas, es decir: duplica el número de su población estable”, recordó. Dijo que en 2015 la actividad turística representó el 7,1 % del PIB y generó 110.000 puestos de trabajo y que según la Organización Mundial de Turismo (OMT) “durante la próxima década las llegadas por turismo internacional a las economías emergentes, como la uruguaya, crecerán al doble del ritmo que en las economías avanzadas y para 2030 las economías en desarrollo captarán el 57% (versus 45% en 2014) del total de arribos mundiales.”
El citado instituto elaboró un informe sobre Sector Cannabis Uruguay 2021, según el cual “más de 120 empresas se vinculan a este sector, de las cuales más del 80% son Mipymes.
En nuestro país el sector cannábico genera más de 1.000 puestos de trabajo directos” que se amplían significativamente en épocas de zafra y cosecha, indicó.
Antonini citó que “a nivel internacional el turismo cannábico abarca diversas ramas de actividad que exceden ampliamente la producción, distribución y venta de cannabis.
Tiene incidencia en todos los rubros beneficiados por la afluencia de turistas: transporte, hotelería, gastronomía, comercio en general, actividad cultural, etc.
Su ejemplo pionero se encuentra en los Países Bajos, donde la existencia de los coffee shops desde hace décadas, ha promovido un muy importante y regular caudal de visitantes a dicho país en razón de dicha actividad.
“Uruguay cuenta con mucho potencial para desarrollar esta actividad por dos razones fundamentales: por un lado, la visibilidad internacional que le dio el proceso de discusión, aprobación y puesta en marcha de la Ley Nº 19.172; por otro, la misma integralidad de dicho marco, que abarca el ciclo completo de cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de cannabis y sus derivados”, destacó.