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El jefe comunal electo señala que en la nota publicada por dicho semanario, fechada el pasado 14 de mayo, bajo el título "El Intendente que volvió del frío" se retoma la línea argumental que ha caracterizado en esta campaña a la revista "Caras y Caretas" y al diario "La República", repitiendo mentiras viejas, sin siquiera reparar en las afirmaciones públicas que sobre las mismas realizó en diversas oportunidades.

Dijo que es una historia que una y otra vez el Frente Amplio ha puesto sobre el tapete en su desesperado intento por retener el poder.

Antía afirma en la carta que el ex Intendente De los Santos, en un juego claramente concertado con órganos de prensa que responden al Frente Amplio, o con más precisión, a alguno de sus sectores y dirigentes, se cansó de calumniarlo.

En ese sentido dijo que acudió a los estrados judiciales para que fuera sometido a proceso penal por difamación e injurias.

Recordó que su suerte judicial se tornaba adversa, porque era claro que se trataba de un juego de versiones y supuestas noticias que los órganos afines a él publicaban, para luego ser comentadas en ámbitos políticos y repetido por militantes, como si de una verdad se tratara.

Dijo que en ese momento acudió en auxilio del ex jefe comunal, el estudio de abogados del entonces todopoderoso Secretario de la Presidencia y abogado penalista, Dr. Gonzalo Fernández, para proponer un giro al proceso en marcha.

Señaló que viendo que la suerte de De los Santos se acercaba a una sentencia condenatoria, resolvieron solicitar al juez el levantamiento del secreto bancario a decenas de personas, sus esposas y concubinas, en un claro operativo de desviar el centro de la atención.

“Eso implicaba involucrar en un proceso penal que les era completamente ajeno, a diversas personas que nada tenían que ver con la cuestión, y a quienes yo no tenía el derecho de ventilar sus asuntos personales simplemente para probar que el señor De los Santos era un calumniador. Una jugada sin precedentes en el Derecho”, afirma Antía.

Dijo que luego de desistir, muy a su pesar, de esa demanda, para no someter a personas en un proceso que les era ajeno, presentó su declaración jurada de bienes a los medios de prensa de Maldonado, incluso entregándoles fotocopias de la declaración jurada en cuestión, de la que se desprendía con meridiana claridad que su situación patrimonial no se había modificado, y, por lo tanto, que la campaña de De los Santos era un operativo político destinado a menoscabar su figura y su gestión de gobierno.

“Que quede claro, no desistí del juicio por la negación al levantamiento de mi secreto bancario, estuvo a disposición de la Junta anticorrupción, la Justicia y la Prensa. Lo hice por ética y respeto a otras personas”.

Dijo que por más que desistió del juicio, el proceso siguió su curso, revisaron todo, le investigaron todo y recordó que cuando De los Santos fue llamado a declarar, dijo que no tenía elementos de juicio que permitieran probar “sus temerarias afirmaciones y hace referencia a versiones de información de prensa, afín y amiga”.

Recordó que muchas personas fueron llamadas a declarar en el transcurso de varios años, y a ninguna de ellas, ni tampoco a él, se les adjudicó enriquecimiento y mucho menos ilícito, por lo que el expediente a pedido del fiscal y a resolución del juez fue archivado.

Rechazó que en el artículo del semanario se haya señalado que la suerte laboral de algunos periodistas de Maldonado se decidió en base a presiones de su parte.

“Falso! La intervención que tuve en ese episodio es que fui al diario con mi asesor de comunicación de entonces a pedir derecho de réplica en el mismo espacio que ocupaba la columna, para responder y aclarar la retorcida información de los hechos señalados. Pedido –dicho sea de paso- que no me fue concedido” recordó.

Lamentó escribir esas líneas, pero dijo que los lectores de ese prestigioso semanario tienen que tener, sobre lo que pasó en Maldonado, una visión equilibrada y no sesgada de lo que pasó, para no basarse en viejas historias, verdades a medidas o también, ocultamiento de la verdad.


Foto: Archivo