Los argentinos de clase media debieron cambiar su estrategia para poder estar este verano en Punta del Este: dejar de comer afuera, eliminar el gasto de gaseosas y helados, y restringir al máximo las compras en el supermercado.
La historia publicada en la mañana del jueves 3 de enero por el diario La Nación de Buenos Aires, bajo la firma de Silvina Ajmat, se basa en la peripecia de una familia argentina de clase media, los Miño (foto), que se convierten en un ejemplo de lo que hacen para seguir viajando a Punta del Este pese a las dificultades.
“Los Miño son una familia que veranea en Punta del Este desde la época en que Solanas era la playa más concurrida del balneario”, describe el artículo el vínculo de 26 años de este grupo familiar con el balneario. Afirma que la planificación de el viaje a Punta del Este en este 2013 se convirtió en un odisea, pero que la realidad les dijo que era más dura de lo que esperaban.
“El (tipo de) cambio está muy malo; para los argentinos es realmente muy caro venir”, le comentó Miguel Angel, el jefe de familia de los Miño. Se instalaron en un departamento de la zona de Rincón del Indio antes de la entrada de 2013. Llegaron en dos autos, Miguel Angel, su esposa, Silvana la hija y su novio, y el hijo con su esposa. Viven en Bella Vista, provincia de Buenos Aires.
Según Miguel Angel, una vez en Punta del Este “vimos que todo estaba dos o tres veces más caro que el año pasado”. Cuenta que entonces rediseñaron la estrategia para pasar sus vacaciones: eliminaron las salidas a comer afuera, redujeron de forma estricta los gastos en el supermercado, como eliminar la compra de gaseosas, o la carne. Las verduras les resultan caras y su adquisición es motivo de alerta para la familia. Y cuando salen de noche a comer, nunca lo hacen en grupo: a lo máximo, de a dos, nunca todo el grupo familiar junto.
La peripecia de los Miño se repite con otras familias de argentinos entrevistados por el matutino argentino, que encuentran caro hasta el helado palito (18 pesos argentinos, un disparate, dicen).
Foto: La Nación