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Nicolás Rocca, de 35 años, enfrenta cargos por homicidio culpable y lesiones graves luego que Fiscalía lo considerara responsable del siniestro de tránsito en el que dos modelos argentinas murieron y dos resultaron lesionadas. El Ministerio Público pidió para él ocho años de penitenciaría.

Este martes Rocca se presentó en la audiencia, que se realizó en el Centro de Justicia de Maldonado, junto a sus abogados Pablo Donnángelo y Eduardo Sasson. La argumentación del pedido de viajar a Argentina fue la enfermedad terminal de su abuelo y conocer a sus tres hermanos adoptivos.

La defensa adujo que no existía riesgo de fuga del imputado ya que “la interacción social era su pasión” y “su perfil no puede subsistir en la clandestinidad”, por lo que perjudicaría su imagen fugarse y no le permitiría retomar su vida habitual “de organización de fiestas”.

Agregaron que ofrecían como prueba de asegurar el cumplimiento la suma de U$S 50.000.

Donnángelo también se refirió en la audiencia a las declaraciones de Andrés Ojeda (abogado de las víctimas pero que no se hizo presente en la instancia judicial) y dijo que no se trataba de viajar para “descorchar champagne”, sino que el pedido tenía un significado “espiritualmente bastante más elevado que eso”.

La jueza Sylvana García rechazó esos argumentos y dijo que no eran “válidos”. “No hay razones de peso tan fuerte”, sentenció, y señaló que las razones verdaderas eran “pasar las fiestas en Argentina” ya que, si no fuera así, la magistrada entendió que se hubiera solicitado este pedido con anterioridad.

García recordó que Rocca tiene prisión domiciliaria total con colocación de tobillera como medida cautelar y que esta medida se prorrogó en seis oportunidades. En ese escenario, la jueza se preguntó por qué, si nunca hubo riesgo de fuga, la defensa nunca se opuso a la cautelar y “por qué se habían mantenido tanto tiempo”. “Entonces hemos cometido un error todo este tiempo”, añadió.

García argumentó además que el peligro de fuga existía ya que Rocca era una persona con un poder adquisitivo elevado y que le estarían “abriendo las puertas al mundo” en un eventual permiso de salida. Señaló que era una persona que eventualmente podría “evadir a la Justicia”.

Asimismo indicó que no existía un mecanismo de control de las medidas cautelares en Argentina, por lo que sería librar a la “voluntad del imputado” el cumplimiento de las medidas y el regreso al país.

La defensa de las víctimas, a cargo de los abogados Joaquín Abal y Emiliano Chimuris (en representación de Andrés Ojeda y Pablo Barrera) coincidieron con Fiscalía en que existía riesgo de fuga. Sin embargo, los argumentos emocionales de la defensa, de que existían familias destrozadas por este siniestro fatal, no fue tenido en cuenta por la jueza quien adujo que el proceso era doloroso pero en la valoración de riesgo de fuga eso no estaba contemplado.




Foto: Audiencia de Nicolás Rocca/ FM GENTE