Una serie de robos en Punta del Este y José Ignacio dan cuenta de que los amigos de lo ajeno ya se instalaron para hacer su verano en el departamento, de acuerdo a información suministrada por voceros policiales a FM Gente. O son muchos, o pocos con mucha dedicación a su “trabajo”.
José Ignacio fue objeto de uno de una modalidad de robo que sigue llamando la atención por sus características: que los ladrones entren mientras la gente de la casa duerme, seguramente en profundos descansos de su actividad de descanso, y se lleven valores, dinero, u objetos de buena calidad.
Esto es lo que le ocurrió a otra familia de José Ignacio que, como se dice comúnmente, no es la primera pero tampoco será la última. Los individuos que entraron a la vivienda consiguieron hacerlo, revisar en búsqueda específica de dinero, porque es todo con lo que se alzaron, y marcharse, sin que la gente que dormía allí despegara un párpado.
En la mañana del miércoles los habitantes de esa vivienda de San Ignacio, en medio de un ambiente paradisíaco de naturaleza y olor a mar, se recordaron echando en falta 1.500 dólares. Fue entonces que empezaron a prestar atención a pequeñas señales que les hizo concluir que habían sido robados durante el descanso nocturno de las actividades de vacaciones.
Tal vez los mismos delincuentes fueron los que entraron en otra vivienda, esta en Punta del Este y cercana al faro, lo que se convierte en elemento común con el delito ocurrido un rato antes en San Ignacio. En esta vivienda de la península los amigos de lo ajeno, grupo que está en todas partes y en todo momento, según la crónica roja de todos los países, se alzaron con un sobre que contenía 2.500 dólares, reveló un vocero policial a esta emisora.
Alguien que escuchaba estas dos historias similares ocurridas en poco tiempo, sólo comentó: “¡Dólares eran los de antes!”