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El coordinador ejecutivo del SARAS, doctor Néstor Mazzeo, explicó a FM Gente que terminó la elaboración de los planos de la primera fase del proyecto. Será un área de 180 metros cuadrados con una infraestructura que tendrá un pequeño auditorio para conferencias, una zona para el funcionamiento administrativo del SARAS, un centro comunal, una policlínica y oficinas para el funcionamiento de la alcaldía de Solís Grande, explicó el científico.

Estas obras fueron comprometidas por la Fundación SARAS como contrapartida del terreno que la intendencia otorgó en comodato para la construcción del edificio. A fines de febrero se lanzará el llamado a licitación para las obras y se espera iniciar la construcción en abril.

Los fondos para la construcción ya están disponibles, señaló Mazzeo. Explicó que el MEC aportó US$ 150.000, al tiempo que la Intendencia incluyó en su presupuesto una partida de US$ 500.000 que serán adjudicados al equipamiento de esta primera fase y a la construcción de un Parque de Vegetación Autóctona, en el mismo terreno donde estará el instituto.

SEGUNDA FASE

Paralelamente, los arquitectos trabajan desde diciembre en los planos del complejo principal, la infraestructura del instituto SARAS vinculada a la investigación y la docencia. Según Mazzeo, se espera terminar la tarea en abril próximo, para conseguir en el exterior los fondos necesarios para la construcción.

El coordinador del proyecto indicó que cada metro cuadrado costará US$ 1.500. Como el complejo principal tendrá un área de 1.500 a 1.800 metros cuadros, su costo se estima entre los US$ 2 millones y US$ 3 millones.

“Se está diseñando un instituto con capacidad para una población estable de unos 40 investigadores. Hay momentos que, en ciclos de conferencias internacionales, tendrá muchísimo más gente y es donde se aprovechará la infraestructura hotelera del entorno, como el Alción de Balneario Solís y el complejo Solanas”, indicó Mazzeo.

Uno de los pilares del trabajo será la asociación con universidades de distintas partes del mundo, que complementarán funciones. Por es motivo, el coordinador explicó que “no está planteada la construcción de laboratorios de química o de biología, que son infraestructuras muy costosas. Lo que está contemplado es la construcción y equipamiento de computadoras, acceso de terminales, biblioteca, etcétera. La idea es que la infraestructura de laboratorio se utilice en programas de universidades asociadas”.

También el Centro Universitario Regional del Este (CURE) tendrá, a juicio del científico, “un rol importe” ya que contará “con una inversión fuerte en infraestructura de laboratorios. Todo lo demás, biblioteca, clases, salas de reuniones y espacios para el trabajo de investigación, se construirá en el SARAS”.

ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN

Mazzeo, doctor en Ciencias y profesor agregado de la Facultad de Ciencias y del CURE, además especialista en Ecología de ecosistemas continentales acuáticos, explicó que el SARAS trabajará básicamente en problemas de sustentabilidad de mediano y largo plazo, “pero con una perspectiva que es el análisis conjunto de esos problemas con un enfoque de resiliencia, entendida como la capacidad que tiene cualquier sistema de amortiguar grandes cambios o perturbaciones”.

La importancia del enfoque radica en que, en la actualidad, no es posible predecir cuándo ocurrirán grandes perturbaciones. “Incluso en algunos temas que se invierte muchísimo en investigación, como son las predicciones del cambio climático, no contamos con predicciones que sepamos cómo impactarán ni cuando. Teniendo en cuenta esas limitaciones, hay una tendencia mundial a decir que mientras se avanza en ese campo hay que tratar de entender qué genera en los sistemas esa capacidad de amortiguar perturbaciones”, explicó Mazzeo.

Se trata de entender en los sistemas naturales y por eso el SARAS comenzará investigando los sistemas de agua dulce y los sistemas agrícolas. “Es entender cómo esos mecanismos están siendo manejados por el hombre y como juegan las condicionantes del ámbito económico y social”, añadió.

Excepto el instituto Resillience Alliance, que tiene una filial en Estocolmo, no hay otras instituciones en el mundo que analicen desde esta perspectiva. El centro de Estocolmo, a modo de ejemplo cuenta con un equipo de 90 investigadores. El SARAS, en tanto, tendrá capacidad para 40 científicos estables.

URUGUAY PRIVILEGIADO

Mazzeo explicó que se decidió instalarlo en Sudamérica por diferentes razones estratégicas, básicamente vinculados al desarrollo económico de la región y a la mejor distribución de la riqueza de Uruguay en comparación con otros.

El director del instituto, un investigador Holandés, comenzó proyectos en el 2000 con la Facultad de Ciencias y así conoció Uruguay. Desarrollaron ambiciosos proyectos y luego él planteó la candidatura de Uruguay cuando se tomó la decisión de instalar otro instituto en el mundo.

“Lo que llama más la atención de Uruguay es que sigue siendo una sociedad con una distribución de la riqueza y social mejor que en otros muchos países, aunque estemos en retroceso. Otro de los elementos es que, aunque aumenta la delincuencia, sigue siendo un país relativamente seguro”, dijo Mazzeo. “Aunque venimos cuesta abajo, cuando nos comparamos con otros países de América latina, seguimos siendo privilegiados”, agregó.

UN PROCESO “TRABAJOSO”

El científico no soslayó que el desarrollo de este emprendimiento, que comenzó a gestarse hace cuatro años, fue trabajoso porque no es fácil comprender la perspectiva de trabajo del instituto. “Son familiares los problemas de sostenibilidad pero no el ángulo de la resiliencia”.

No obstante, en el proceso hubo factores favorables. “Nos sorprendió muchísimo el apoyo, con la rapidez que se ejecutó por parte de la intendencia departamental y vecinos de Bella Vista, Las Flores y Solís. Ellos mismos resolvieron temas que trancaron el avance de las gestiones”, destacó.

También elogió las acciones de la ex ministra de Educación y Cultura, María Simón, “quien tomó el proyecto, lo evaluó y decidió darle fuerte impulso”. Simon es hoy subsecretaria de la Cartera continúa promoviendo el proyecto junto al titular del ministerio: el científico Ricardo Ehrlich. Un escenario económico favorable, observó Mazzeo, complementa las ventajas para que el emprendimiento se asiente en Uruguay.

CURSOS 2011

En 2011 el SARAS continuará con el ciclo de conferencias comenzado el año pasado en el hotel Alción, con el tema de los recursos acuáticos de América del Sur.

Este año el tema serán los ecosistemas marinos y sus recursos, en un ciclo abierto a todos los estudiantes e investigadores que quieran participar.

Por otra parte, Mazzeo adelantó que en 2011 comenzará el dictado de algunos cursos “para conformar un núcleo en el cual hay mucho interés, porque complementará las actividades de los posgrados”.

Economía Ambiental, Estructura y Funcionamiento de Organizaciones Sociales, Dinámica de Sistemas Complejos, integran el paquete de cursos en los que se está trabajando.

(foto: balneario Bella Vista)