Especialistas en fauna silvestre y de dependencias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, procuran confirmar si efectivamente al menos una familia de pumas, de una especie que podría ser originaria de Brasil, se está reproduciendo en una zona de serranías y montes naturales y artificiales, limítrofe entre los departamentos de Maldonado y Lavalleja, con eje en la Ruta 60.
La doctora Amalia Villalba, especialista en fauna silvestre y responsable del zoológico de la ciudad de Minas, explicó que la posibilidad de la existencia de pumas en la mencionada zona comenzó a confirmarse a partir del avistamiento realizado por un grupo de niños -a comienzos del mes de marzo- que asisten a la escuela rural Nº 90, ubicada en la zona de Puntas del Pan de Azúcar, en el límite entre el departamento de Maldonado y Lavalleja.
La profesional explicó que el testimonio de los niños fue coincidente al momento que ella los entrevistó, en que se trataba de un puma, pero de pelaje más colorado que el de la especie autóctona de nuestro país. La doctora Villalba avisada del caso por la directora del centro educativo y ante la poca importancia que le dieron al hecho las autoridades departamentales de Primaria, fue hasta la escuela y mostró a los escolares una serie de fotografías de distintas especies de gatos y finalmente una de un puma alojado en el zoológico minuano. Allí surgió la opinión unánime: lo que habían visto era un animal como el de la fotografía pero de pelaje más colorado. La especialista recorrió la zona del avistamiento y revisó el sitio donde el animal estaba descansando cuando fue visto por el grupo de escolares, y confirmó que los pastos debajo de unas chircas, delataban que allí había estado echado un animal del porte de un puma.
Pero luego se sucedieron otros avistamientos que permiten pensar en la presencia no de un solo ejemplar, sino de una familia; podría ser la hembra con sus cachorros. Un grupo de cazadores de Maldonado, durante la pasada Semana Santa, aseguró haber avistado a por lo menos un animal adulto y otro de menor porte, comiendo los restos de una oveja muerta; la descripción del animal coincidió con la dada anteriormente por los niños de la escuela rural Nº 90.
Asimismo, se sumaron testimonios de productores de esa zona rural, quienes denunciaron numerosas muertes de ovejas en una sola noche, aunque esto no coincidiría con el ataque de los pumas. La doctora Villalba explicó que las muertes múltiples en una misma noche no podían ser producto del accionar depredador de los pumas, ya que estos solamente buscan una presa cuando tienen hambre, y que en ese caso matarían solamente una oveja por noche, ya que al sentirse satisfechos suelen retirarse a descansar y no matan solo por matar.
Por otra parte, las heridas constatadas en una oveja muerta, las que vio la doctora Villalba a través de fotografías, no coincidirían con el ataque de uno o más pumas. El animal aparecía con “un cuarto desgarrado”, cuando en realidad, los pumas atacan y apresan a sus víctimas primero con sus garras y luego con una gran mordida generalmente a la altura del cuello, para luego comerse principalmente las vísceras.
DESDE BRASIL
Para la doctora Amalia Villalba, podría tratarse de una especie de puma originario del sur de Brasil, que a raíz de los cambios climáticos, podría haber ingresado paulatinamente a territorio uruguayo por el Este, para afincarse en las serranías entre Lavalleja y Maldonado donde puede optar por espacios tranquilos y a su vez ricos en alimentación.
En estos momentos, se han instalado trampas dentro de las cuales se han colocado aves como carnada para intentar capturar uno o más ejemplares de los presuntos pumas. De esa manera no solo se podría determinar que animal es, sino iniciar los trámites respectivos para declarar la zona como área protegida, de manera de preservar una especie -en caso de tratarse de pumas-, extinguida en nuestro país hace muchos años, a pesar de que se han encontrado algunos ejemplares en forma muy aislada y en otras regiones del país.
Finalmente, consultada la doctora Villalba sobre como actuar ante la presencia de uno de estos animales, aclaró que no son naturalmente agresivos aunque pueden llegar a atacar con las consecuencias lógicas.
Explicó que si alguien en campaña se encuentra de pronto con un ejemplar que está durmiendo, descansando, lo ideal es retirarse caminando con cuidado, y nunca salir disparando, ya que en este caso el animal sorprendido puede creer estar ante una presa. Si el animal es avistado a la distancia, moviéndose, seguramente se aleje ya que muy fácilmente huele y siente ruidos que son extraños y tiende a alejarse. Por la misma razón no existe prácticamente la posibilidad de que un puma pueda acercarse a un centro poblado, a atacar seres humanos o animales domésticos.