El departamento de Adopciones del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) tiene un registro de 45 familias que están en condiciones de adoptar pero casi ninguna lo hace porque no encuentra al niño “adecuado”. En el país hay 150 niños, niñas y adolescentes en condiciones de adoptabilidad. Diez viven en Maldonado, se informó a FM Gente desde la dirección departamental de INAU.
La directora del Departamento de Adopciones de INAU, Graciela Scarone, informó que están evaluando a 200 familias interesadas en adoptar a nivel nacional, al tiempo que otras 45 ya están en condiciones de hacerlo. Sin embargo, impera una cultura por la cual los adultos son excesivamente rigurosos con las características del hijo que esperan, por lo cual casi todos los niños del Uruguay en condiciones de adoptabilidad son rechazados. “Hay 150 niños, niñas y adolescentes que no tienen respuesta”, lamentó.
De los 60 internados en centros de protección integral de INAU en Maldonado, diez están en condiciones de ser adoptados. Tras la aprobación de la ley de adopción, en 2013, los tiempos bajaron de cinco a tres años desde que las familias se inscriben.
“Los adultos se quejan de los tiempos de espera pero hay muchos niños que no son elegidos por tener problemas de salud, por ser mayores de cinco años, o por traer una historia de vida fuerte”, dijo Scarone. “Los adultos piensan en elegir al niño más sano y más pequeño, pero no consideran el derecho y la necesidad de una familia” que les asiste a todos.
Por otra parte, remarcó que “se habla de los tiempos de los adultos pero nunca de los tiempos de los niños”. “¿Cuánto espera un niño a ser elegido por una familia? Podría no pensarse en una discriminación, pero muchas veces se ve la adopción en cuanto a la respuesta que pueden tener como adultos conformando una familia y no en la necesidad del niño de tener una familia”, enfatizó.
Scarone aseguró que INAU está ocupado en revertir esta “cultura de la adopción” imperante, para lo cual intentan que las familias tengan otro punto de vista de la situación. “A los niños no se les consulta qué tipo de padres adoptivos quieren. No preguntan los antecedentes de patologías de sus familias, pero los adultos sí hacen esas investigaciones. La adopción es la aceptación del origen diferente”, enfatizó.