Un destacado bioquímico uruguayo creó una secta, encubierta como Club de Ciencias, donde violentaba a adolescentes de 13 y 14 años del liceo Nº21 de Montevideo. El caso tuvo repercusiones en Maldonado mediante allanamientos ordenados por el juez Gabriel Ohanian, quien explicó los alcances de la instrucción, este jueves, en FM Gente.
La insólita situación llegó a la Justicia penal montevideana cuando una adolescente contó a su madre lo que ocurría en el Club de Ciencias formado por un destacado bioquímico uruguayo, que incluso trabajaba en la cátedra de la Faculta de Química.
El docente había instado a los alumnos a esta actividad de extensión, donde finalmente los sometía a actos de violencia moral, verbal y física, como en una secta.
Las actividades del Club llegaron a incluir un campamento de tres días en Atlántida donde los alumnos “preferidos” fueron obligados a castigar o ridiculizar a los “indeseables” del grupo. A modo de ejemplo, obligó a tapar la boca a otros y atarlos a un árbol, y a darles comida en mal estado, además de llamar a los chicos como “vaca” o “descerebrado”.
Para impedir que los alumnos abandonaran este club, el docente se creó un personaje en Facebook al que llamó “ Germán Mussolini”, desde donde impartía órdenes e imponía conceptos contrarios a la “libertad, democracia o segunda oportunidad”.
Paralelamente, giraba dinero a los chicos para gastos y actividades del Club, que en algunos casos fueron cobrados por los padres. Cuando los alumnos decidían abandonar el grupo, el docente amenazaba con trabarle “un embargo” a la familia por la presunta deuda generada.
VIOLENCIA PRIVADA
El juez penal de sexto turno de Montevideo, Gabriel Ohanian, procesó al docente de 38 años por “violencia privada” y continúa investigando otros delitos conexos. El 25 de abril pasado el magistrado ordenó allanar la casa de la madre del bioquímico en Maldonado, de donde la policía montevideana se llevó materiales y equipos informáticos.
Ohanian explicó, en FM Gente, que dentro del Club de Ciencias se daban numerosos hechos de violencia que “los jóvenes habían mantenido en reserva quizás por vergüenza o por miedo”.
“Una vez que los jóvenes comenzaban, el docente los dividía en dos grupos. Unos eran los preferidos y otros eran los indeseables y les exigía a los primeros determinadas conductas sobre los otros”, narró el juez.
“Darles comida en descomposición, ningunearlos, obligar a una chica que se hiciera novia de otro muchacho… violencia moral y mental en los chicos”, comentó. La indagatoria permitió establecer que el grupo operaba a modo de secta, donde el docente generaba “un sistema de premios y castigos que constreñían la voluntad de los adolescentes”.
Ohanian explicó que, “en general, en la dinámica de los grupos humanos y particularmente de adolescentes se va sojuzgando la voluntad de los miembros y pasan a no tener autonomía para decidir. Es lo que pasa en todo grupo que pretende constituirse en una secta. No es tan fácil salir de ese entorno de violencia moral” porque luego vienen las represalias y las amenazas.
Finalmente, el docente fue a prisión por “reiterados delitos violencia privada” y la investigación continúa, porque el magistrado quiere descartar otros delitos como “pornografía infantil, lo cual no se ha probado” y para eso cuenta con las computadoras incautadas durante el allanamiento realizado días atrás en Maldonado.
Fuentes de la facultad de Química consultadas por FM Gente no ocultaron su consternación por la conducta de este científico, que se desempeñaba desde hacía años en la cátedra de bioquímica.
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(producción: Laura Do Carmo)
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Escuche la entrevista completa con el Dr. Ohanián: