El cantante argentino Cacho Castaña actuará el 9 y 10 de enero en el showroom Copacabana del Conrad Hotel & Resort de Punta del Este. Este miércoles el artista habló con FM Gente del nuevo libro que presentará en marzo, de su carrera, de códigos y también de su relación con los programas de la farándula argentina, con los que dice llevarse bien porque no toma en serio sus críticas.
Alexis Cadimar (AC) - Autor de innumerables éxitos, figura emblemática de la canción argentina, Cacho Castaña estará el sábado 9 y el domingo 10 en Punta del Este. ¿Qué fiesta, no?
Cacho Castaña (CC) - Sí, la verdad es que me da mucho placer. Además, me voy a ir unos días antes para disfrutar un poco de Punta. Me llena de orgullo estar en el Conrad siempre.
AC - ¿Cómo estás de salud, has superado esa dificultad en el riñón?
CC - Sí, ya lo hemos superado gracias a Dios. Lo de los cólicos renales es bastante bravo, pero ya estoy bien.
AC - ¿Cómo será el espectáculo del Conrad? ¿Qué nos puedes adelantar?
CC - Siempre trato de modificarlo, de agregarle cosas, pero termino haciendo lo que la gente quiere. ¡Es terrible! Quieren escuchar muchos temas clásicos y no te permiten hacer mucha innovación. Pero la verdad es que me divierto mucho con los shows, con el público. Hablo mucho, chamuyo mucho, me divierten las cosas que gritan las chicas y las no tan chicas, que son bravas.
AC - Has compuesto 2.500 canciones, 500 grabadas. ¿Cómo has logrado mantener esa vigencia, siendo artista desde los 14 años? También pasa con Sandro, son como dos figuras emblemáticas de la canción argentina.
CC - Son muchos años. A lo mejor es porque uno no se propone… Yo toda la vida hice música, tocaba en los boliches, quería ser como Mariano Mores. Después apareció Elvis Presley y nos llenó la cabeza de humo… De cualquier manera, no hubo un objetivo de cantar toda la vida o que pasaran tantas generaciones o que de repente vengan los chicos de 5 años al camarín y me canten “Garganta con arena”. Eso me vuela la cabeza. Esto es medio mágico, no era el propósito. Pero estoy feliz porque es lo que siempre anhelé. No soy de los que quieren ser famosos y populares y después se ponen lentes negros.
AC - A pesar de que los tiempos van cambiando, hay nuevas formas de expresión…
CC - Yo hago letras como las siento, como las vivo en la calle. No trato de hacer metáforas borgianas, por así decirlo. El idioma directo, que lo entienden los chicos y todo el mundo, es lo más grande que hay. Y documentar la época, lo que es bastante difícil porque es una época muy violenta. Entonces tenés que tratar de volcarte más al amor que a documentar la época.
AC - Una vez te definiste como un hombre de la universidad de la calle, ¿qué engloba esa frase para ti?
CC - Realmente soy un hombre grande, mi niñez y la adolescencia la pasé en una época donde no había televisión. Tampoco hice la colimba con Artigas o con Güemes, pero somos muchachos grandes. En nuestra adolescencia había más códigos, la gente tenía más códigos. Ni siquiera se firmaban los contratos, bastaba con la palabra. Hoy en día hasta firmás un contrato y no estás seguro de nada. Pero había mucho más códigos y eso es lo que rige la escala de valores de todos los seres humanos. Lo importante es eso… Haber parado en el Café La Humedad, haber disfrutado tardes y noches enteras jugando al billar con médicos, con abogados, con ladrones, con asesinos. Gente que después uno puede buscar un equilibrio en la vida. Porque no basta con conocer lo bueno, no bas a conocer el equilibrio si no conocé la otra punta. El hecho de poder conocer y crecer mezclado en un ambiente como se usaba en los cafetines, que había de todo, te permite equilibrarte. Ponerte un poco en el centro de las cosas.
AC - ¿De esta mezcla es de dónde surge la inspiración? ¿Cómo se hace para escribir éxitos asegurados?
CC - No es que todos los días escribo. Ahora estoy laburando mucho escribiendo un libro, que calculo terminaré en quince días. Lo que pasa es que las fiestas retrasan todo, pero en quince días lo tengo terminado y saldrá para marzo o abril.
Nibia González (NG) -¿Es un libro autobiográfico?
CC - Un poco sí. Un poco bastante, mejor dicho. Lo que pasa es que la gente me pregunta si doy nombres, de las travesuras no doy nombre de nadie.
NG -Se cuenta el milagro pero no el santo…
CC - Claro, se cuenta más o menos. Y bueno, la gente tendrá la imaginación de saber de quién se trata, o no.
Nacho Quartino (NQ) - Siempre fuiste muy respetuoso con dar nombres. ¿Cómo te adaptaste a los programas de chimentos, en los que diste varias notas y tuviste una relación medio fluctuante, a veces buena, a veces mala? Da la impresión de que te adaptaste.
CC - No es que me adapté, sino que traté de darles la importancia que realmente tienen. A mí me divierte la prensa amarilla, no me la puedo tomar en serio. No me puedo tomar en serio que la prensa amarilla me critique, me tomo en serio si el que me critica tiene la autoridad como para hacerlo. La crítica de la gente que tiene autoridad son buenas, las de la prensa amarilla me divierte mucho. No estudié y laburé toda la vida como para que alguno en un programa de chimentos me quiera tirar. No me afecta.
AC - ¿En algún momento en estos años ha pensado en dejar la actividad?
CC - Sí, como Mirtha Legrand. A veces digo “ay, el año que viene no canto. El mes que viene no canto”. Y sigo cantando. Y tengo todo programado hasta marzo. Yo qué sé. Salvo que me vaya a ver el mundial (de fútbol en junio) y ahí pare un poco. Pero es difícil parar esto. Es como dice Mirtha, es una droga empezar y después no te querés bajar más del escenario. Pero espero saber bajarme a tiempo y no llegar a que me sienten en el escenario y me levanten y me saquen.
AC - Ahora lo esperamos en Punta del Este unos días antes los recitales del Conrad, el 9 y 10 de enero en el showroom Copacabana. Descontamos que serán un éxito.
CC - La vamos a pasar muy bien. Les deseo un feliz año, que comencemos un año bueno, que todo el planeta lo merece.