Centenares de fiestas en todo el país revivieron en la noche del 24 al 25 la época de la música de los setenta, que bailaron adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos tiempo atrás. El corresponsal del diario argentino La Nación, Nelson Fernández narró lo vivido en Uruguay pero fundamentalmente lo que fue la fiesta organizada en el Hotel Conrad de Punta del Este a través de la web de dicho diario.-
PUNTA DEL ESTE. Los que creen que los uruguayos no son divertidos, es porque nunca estuvieron en este país un 24 y 25 de agosto. Centenares de fiestas en todo el país revivieron anoche la época de la música disco de los setenta, que bailaron adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, en otra edición de "La Fiesta de la Nostalgia".
El temor al ridículo quedó a un costado y los uruguayos se disfrazaron con pelucas de colores, unos se vistieron como John Travolta en aquella Fiebre de Sábado a la Noche, algunos se animaron a recrear los personajes de Village People. La venta de cotillón volvió a ser muy intensa, las peluquerías estuvieron llenas como siempre y no daban abasto para responder a la demanda de tantas "chicas" que querían sentirse una reina por una noche, las casas de disfraces se quedaron sin poder atender todas las demandas de último momento y las casas de lencería, todavía hoy domingo tienen los cartelres de las promociones de siempre: prendas rojas y negras.
Esto se repite cada año, en la víspera del feriado por una de las fechas patrias, y cada vez gana en originalidad.
Punta del Este tuvo un fin de semana intenso con muchos uruguayos y argentinos que quisieron vivir esta noche especial en este balneario, pero al mediodía las calles están vacías, porque todo el mundo duerme hasta tarde.
La principal fue como es habitual la fiesta del Hotel Conrad, en la parada 3 de la Mansa. Este año la decoración combinó una pista de baile como la de Studio 54 de Nueva York de los setenta y el salón de cena con decoración inspirada en el movimiento "Flower Power", el espíritu hippie de tiempos atrás, en los sesenta.
La "Fiesta de la Nostalgia" nació referida a la música pop y rock americana de aquellos setenta, pero fue cobrando vida propia, fue mutando de acuerdo a las preferencias de la gente, y ahora hay bailes para todos los gustos, también de cumbias, cuartetos, Rafaella Carrá, Club del Clan, brasileña, Sui Generis, Beatles, tango, milongas, boleros...y la lista sigue.
Ahora sí que cada 24 de agosto el país entero se transforma en una gran pista de baile y mucha gente que por el tránsito que hay en las calles, prefiere no salir a de su cass, arma su propia fiesta en el hogar, con su familia, o incluso invita vecinos, familiares y amigos. Son centenares de fiestas.
Los hoteles trabajan a capacidad colmada. Es que la nostalgia es completa, no sólo a baile sino a momentos románticos y de romances de otrora.
Quizá lo más llamativo esté en esas parejas con décadas de relación, que reviven durante unas horas los tiempos juveniles, en toda su extensión imaginable.
Orígenes de una celebración de antaño
La "Noche de la Nostalgia" nació en 1978, un jueves 24 de agosto, por una idea del entonces diskjockey Pablo Lecueder, que en la noche previa al principal feriado uruguayo por fecha patria, organizó una fiesta homenaje a su programa de radio Old Hits.
El origen fue en la boite de entonces, "Zum Zum" que estaba sobre la rambla del Buceo, y que fue un ícono de la noche montevideana de los sesenta y setenta, a la que llegaron muchos porteños a compartir tragos y baile.
El feriado del 25 de agosto se debe a un acto patrio de 1825 cuando los orientales declararon la independencia del Brasil y Portugal, y "la Unión con las demás Provincias Argentinas, a quien siempre perteneció por los vínculos más sagrados que el mundo conoce". Entonces, la asamblea de orientales dispuso que "queda la Provincia Oriental del Río de la Plata, unida a las demás de este nombre en el territorio de Sud América".
Pero con el tiempo y las trampas a la historia, los uruguayos recuerdan esa fecha del 25 de agosto como la de "declaratoria de la independencia", como si aquel acto hubiera marcado el inicio del Uruguay, lo que no fue así exactamente.
Con el tiempo se reprodujeron, y también hay otras que se burlan con simpatía de los bailes de recuerdos; es el caso de la que cada año organiza la DJ Paola Dalto y se llama "reíte de la nostalgia". Los que van disfrazados pagan entrada más barata, y la música es la más reciente posible, muy tecno.
Anoche en el Conrad, que está con cambio de accionistas y también celebró su nueva etapa, se vio muchas parejas de argentinos reviviendo viejas épocas y sumados como unos uruguayos más a la fiesta bailable más típica de este país.
Platos gourmet
La propuesta gastronómica de la noche incluyó estaciones de platos fríos , ensaladas, salmón ahumado, quesos y fiambres, carnes, platos calientes, carving de salmón en hojaldre, pierna de ternera, tagliatelle con salsa de mariscos, risotto con tomates secos y calabaza, brochette de pollo al curry . todo con mucha variedad de bebidas: refrescos, cerveza nacional, vinos de ''Terrazas de los Andes'', champagne, ron y whisky de doble etiqueta negra.
También hay asados, chorizadas, candombeadas. Y algunos prefieren juntarse en familia y ver fotos de cuando eran chicos, o ver videos grabados hace varias décadas.