“En los barrio más marginales tenés cada una cuadra una boca de pasta base”. Lo dijo el coordinador de la Junta Departamental de Drogas, Gabriel Freitas. Según el jerarca, la mayoría de los vendedores son menores.
“En los barrios más complejo tenés una y, a veces hasta, dos. ¿Por qué surge eso? Porque es redituable. Pero ven a corto plazo. Porque a largo plazo no lo es. Es porque la gente vive el día a día y no proyecta. Cuando vivís el día a día, lo que te importa es levantarte y tener para comer en el día”, indicó Freitas.
El jerarca fue enfático en especificar que la pasta base “nunca va a ser una salida para nadie”. “Porque a la larga los van a agarrar, y la mayoría son chicos. En definitiva lo que están haciendo es un favor para los más grandes. Hay que ser solidario, buena gente, y no vender pasta base por favor”, sentenció.