Sebastián Machado Rodríguez vivía en San Carlos y trabajaba en un almacén del barrio Martín Vidal. De licencia por Turismo, viajó a visitar un viejo amigo a Montevideo. Murió este lunes, acribillado a balazos por delincuentes que entraron a rapiñar a la distribuidora Del Plata, propiedad de su anfitrión. La ciudad carolina está consternada.
Machado fue a visitar a un amigo con el cual trabajó hace años, ahora propietario de la distribuidora Del Plata en el barrio Piedras Blancas de Montevideo. Allí estaban, pasado el mediodía del lunes, cuando vieron que cuatro delincuentes habían entrado a robar en el establecimiento.
El parte de la Jefatura de Policía de Montevideo dice que dos ladrones ingresaron armados y redujeron a una docena de clientes mientras otros dos quedaron afuera vigilando. Seguro de que no lo habían visto, el joven tomó un hierro y golpeó a uno de los ladrones hasta derribarlo. Pero no pudo repeler la balacera que consiguió en respuesta.
La lluvia de balas le alcanzó las piernas, la axila y el rostro. Sebastián murió poco después, aunque intentaron trasladarlo al hospital Pasteur. En los barrios Martín Vidal y Rodríguez Barrios la noticia, que se conoció a última hora de la tarde, cayó como un baldazo de agua helada. Era imposible asociar que al muchacho del almacén de Nina, que el sábado contaba sus planes futuros a los clientes, con aquél asesinado a balazos a 200 quilómetros, en la capital del país.
Sebastián atendía un almacén en la equina de Abreu y 18 de julio del Martín Vidal, donde era apreciado por su buen humor, su gentileza y su incansable trabajo. Pero además, sus padres vive en el otro extremo de San Carlos, en el barrio Rodríguez Barrios, donde los vecinos intentan reponerse del homicidio de una octogenaria por parte de un joven motociclista, la semana pasada.
Ambos barrios están, además, doblemente conectados por el dolor. En la esquina cruzada al almacén donde trabajaba Machado, tiene su negocio una hermana de la mujer embestida.
El motociclista está preso. Los delincuentes que mataron a Sebastián siguen prófugos y, según Subrayado, se estima que uno de ellos ya intervino en otros tres asesinatos en Montevideo.
(foto de archivo)