Habitué de Punta del Este la definida líder de la oposición argentina Elisa Carrió, dialogó con los periodistas Alexis Cadimar y Marcelo Gallardo sobre Punta del Este, el conflicto bi-nacional, los resultados de la Cumbre Iberoamericana de Santiago y lo que se puede esperar del nuevo gobierno argentino.
-¿Cómo encontró Punta del Este?
- Líndísima. Están todos los restaurantes cerrados por la DGI.
-En Argentina parece que para algunos sectores políticos no es muy conveniente venir a Punta del Este. Usted parece que está más allá de todo eso.
-Por supuesto, yo digo la verdad y hago lo que quiero. Me parece que es una hipocresía. Yo vengo y voy a morir en Uruguay. Yo ya avisé en Argentina que voy a morir acá. Así que está todo bien.
-Nos llamó la atención verla caminar sola, tranquila, sin custodia y tomarse un café sin ningún tipo de problema, hablar con la gente, algo que los políticos no hacen.
-A mi me gusta andar sola. Estuve con todos los uruguayos, con los Argentinos. Acá me siento como en mi casa y voy a seguir viniendo toda mi vida. La única preocupación si salía presidente era que no podía venir.
-¿Cómo ve el conflicto entre Argentina y Uruguay?
-Ustedes saben mi posición. Si hubiera sido electa presidente lo primero que hubiera hecho era venir a Montevideo a hermanarme con el pueblo uruguayo. Me parece que en la hermandad podemos tener un conflicto. Lo que no podemos es romper la hermandad por un conflicto. Esto es un disparate histórico. Hay que darle a la nueva presidente el tiempo para que defina una política respecto a Uruguay. En esto Uruguay tendría que tener un mes más de paciencia para ver si la actitud de Cristina (Fernández de Kirchner) es distinta a la anterior. Esto ayudaría a que no asuma la nueva presidente con de nuevo el conflicto desatado. Quizás la prudencia tradicional uruguaya sirva para que por lo menos se defina una posición por parte de la nueva presidente que, ustedes saben, nadie sabe lo que va a hacer en nada. Así que esperar hasta el 10 de diciembre no sería malo para ver si se reconduce. Fue extraordinario el gesto de Tabaré (Vázquez) el haber llamado a la nueva presidente. Suspender la inauguración también me parece un acto de sensatez política. Creo que hay que esperar entre el 10 y el 15 de diciembre para que pueda tomar una definición política mucho mas clara que nunca se la ha escuchado a la nueva presidente de la nación.
-¿Espera algún resultado del posible encuentro en la cumbre iberoamericana entre ambos presidentes?
- No se sabe nada. La política exterior del presidente (Néstor) Kirchner es absolutamente imprevisible. Lo que sí digo es que debemos esperar la nueva presidencia.
-¿Usted cree que existe algún interés mezquino detrás del conflicto más allá del tema ambiental que preocupa a la población de Gualeguaychú?
-No. Hay un problema o puede haber un problema ambiental. Es necesario llegar a una solución o por la vía de la negociación o por la vía de la justicia argentina. Pero en el marco de la agenda bilateral enorme en el marco de la hermandad. En el mundo vamos a tener que acostumbrar en los próximos años que los conflictos ambientales no se pueden resolver claramente en el marco del estado-nación. Vamos a tener conflictos por cuestiones climáticas, vamos a tener un sinfín de conflictos porque en la era de la globalización se desdibuja un poco los contornos territoriales de los estados y en consecuencia también su poder político. Por eso hay que establecer mecanismos de negociación permanente, no enfrentar nunca a los pueblos porque en todo caso ni el pueblo argentino, ni el pueblo uruguayo tuvieron que ver con las decisiones, acertadas o erradas, del gobierno uruguayo y del gobierno argentino. El derecho de gentes, que es derecho humano fundamental, nace justamente como el derecho de libre circulación en el territorio. Lo mas grave de todo este conflicto ha sido el corte de ruta. Por el derecho de gentes. Esto es lo que ha enfrentado a los pueblos innecesariamente.
-¿Usted siente que este conflicto afectó la relación de las personas?
-Lo ha afectado sustantivamente. Uruguay, que ha amado a la Argentina, tiene un legítimo rechazo hacia determinadas formas violentas que ha usado Argentina para resolver un conflicto que ya digo, creo que tenía razón pero que no la defendió nunca. No la defendió nunca bien. Ni por el derecho. Consintió todo pero me parece que lo que hicimos con los hermanos es malo. Es muy difícil para mi, porque soy reconocida por todo el pueblo uruguayo, porque mi objetivo apenas estuvo el conflicto fue que algún líder político argentino tuviera que mantener la hermandad. La hermandad de tantos años se restablece si hay alguien que dialoga. Cada vez que se agigantaba el conflicto yo estaba en Montevideo o aquí en Punta como diciendo que yo no estoy en el lugar.
-¿Qué podemos esperar los uruguayos de éste nuevo gobierno argentino?
-Ustedes van a tener también que esperar al 10 de diciembre. La verdad es que no se sabe. Ganó la continuidad del poder, no se si con legitimidad que pensaban. Si yo hubiera sido la presidenta electa sabían cuál iba a se r mi política exterior, en política económica. La candidata a presidente no habló. Tampoco es mi interés, como líder de la oposición muy clara en Argentina, cuestionarla ahora antes que asuma. Hay que esperar que asuma y ver su discurso, por lo menos. Y, sobre todo, su práctica. La verdad es que en el día de las elecciones fue tan brutalmente sospechosa en el sentido de saquear votos para que no se llegue al balotaje por lo que hay que esperar que asuma.
-¿Qué diferencias hay entre María Estela Martínez de perón y Cristina Fernández de Kirchner? Queda claro que ambas son mujeres peronistas.
-Son esposas. Hay diferencias de formación importantes. Ahora la lógica que las llevó al poder es la misma, la lógica de poner a la esposa es la misma. Ella es un dirigente con mayor formación que María Estela Martínez de Perón. ahora, la lógica del poder detrás de eso es la misma.
-¿Eso es peronismo?
-Primitivo
-En materia de política exterior se dice que la próxima presidente se acerca a los Estados Unidos y se alejará de Chávez.
-Son simples especulaciones. Nadie sabe cuál va a ser el poder de ella, el poder de su marido, cuál va a ser el poder de los negocios con Venezuela. La incertidumbre es muy fuerte y Argentina hoy tiene que resolver cuestiones internas muy graves. Hay que ver cómo las resuelve. Esto va a definir un poco la lógica del gobierno futuro que es la inflación y la inseguridad. En realidad son dos tipos de inseguridad. La inflación es creciente con un expectativa del 25% al 30% con la tragedia que fue por nosotros la inflación en el pasado. La inflación es la violencia en el bolsillo. La otra violencia muy grave brutal en los grandes centros urbanos. Hasta ahora la señora presidente solo ha anunciado que va a cambiar los índices de mediación y que vamos a seguir creciendo. No veo ahí dos respuestas que reconozcan la entidad del problema para hacerse cargo. La señora presidente no ha dicho: - reconozco que hay inflación y voy a hacer esto para bajarla -, o que -reconozco que hay inseguridad y voy a hacer esto para corregir la situación -. Estos son los dos puntos centrales que finalmente puede, si da respuesta a esto, legitimar aún mas su gobierno. Si no enfrenta esto va a enfrentar conflictos mayores.
- Usted mandó, con la designación de Adolfo PratGay en Economía un mensaje muy fuerte. Sin embargo, en el tema económico de Cristina Fernández le va a ser muy difícil denunciar la herencia maldita, algo habitual en los gobiernos de nuestro continente.
-Ahora es la herencia del marido.
-¿Usted dice que son bienes gananciales?
-Si.
-¿Qué sorpresas ve usted en el tema económico? Se asegura que Kirchner podría adoptar antes del 10 de diciembre algunas medidas duras para no dejarle problemas a su esposa.
-Nadie deja al otro porque en la Argentina gobierna un matrimonio, de modo tal que cualquier medida que tomen es un impacto sobre los dos. Buena o mala.
-¿En Argentina hay un poder bicéfalo o gobierna uno en cada período?
-Es un matrimonio. Es nepotismo, el amiguismo típico latinoamericano.
-¿Cómo cree usted que jugará Kirchner fuera del gobierno?
-Ni me preocupa, ni se. Lo que tenemos que continuar es seguir construyendo el futuro. La Argentina que viene la va a gobernar la Coalición Cívica. Tenemos que lograr que sea cada vez mas amplia. Que la Argentina sea ética, republicana, con desarrollo económico y justicia social. En el medio tenemos que asistir al fin del Peronismo con estas características. Lo que nosotros hemos hecho en los últimos seis años es una construcción heroica. Construimos la partida 2001, fuimos a las elecciones presidenciales en el 2003 cuando sacamos el 15% de los votos y gastamos cien mil dólares. Es un país como la Argentina solo gastamos en la impresión de las boletas de campaña. Ahora estamos en cuatro millones y medio de votos cuatro años después siendo ya la segunda fuerza política de la Nación, habiendo desaparecido todos los actores políticos que estaban en 2003: Duhalde. Menem, Rodríguez Saa, López Murphy. Queda claro que está el gobierno y estamos nosotros con lo cual, en términos históricos, es lo que le pasó al Frente Amplio que después de una gran elección, derrotados, luego ganaron la elección. Nosotros nos tenemos que preparar para eso. Y para prepararnos para la renovación legislativa para dentro de dos años y cuatro años. Argentina no va a poder soportar caer más. Argentina va a reaccionar.
-Usted vaticinó la caída del Peronismo. ¿Será por un mecanismo democrático tipo votación o por una implosión política como la sufrida por la Alianza?
- No. Nosotros deseamos que todo cambio sea no cruento. Lo veo en elecciones. Si viera otra cosa jamás lo diría y menos en este momento.
-A propósito de la corrupción en la Argentina, ¿cree que este gobierno es más o menos corrupto que el de Carlos Menem?
-El problema central estructural de la Argentina es la corrupción. Desde muchísimos años. El gobierno de Kirchner ha agravado la línea de Menem, no la ha corregido. La agravó a los límites impensables.
-Ahora regresa a la Argentina como líder de la oposición. Se asegura que varios la van a esperar al aeropuerto. Tenemos que tratar que la oposición no siga fragmentándose, que no siga jugando a la bolita y discuta cargos menores. Esto requiere cierta generosidad nuestra que es la nosotros hemos ganado las elecciones, en vez de cerrarnos sobre la victoria tenemos que abrir y tratar de mantener el diálogo. No olvide que vengo del Partido Radical, que muchísmos radicales están en la Coalición Cívica, creo que hay que establecer un diálogo permanente y abierto. Muchos de mis íntimos amigos están en el radicalismo. Así que, superada una etapa de dirigencial creo que estar abiertos hay diálogo. Fuimos con el Socialismo, vamos a mantener esta relación, y vamos a ayudar a que la cuidad de Buenos Aires pueda ser gobernado por (Mauricio) Macri.
-Aseguran que Cristina Fernández de Kirchnner prepara algo así como un Pacto de la Moncloa a la Argentina. ¿Se va a reunir con ella?
-Seguramente van a ir los parlamentarios.
-No está dispuesta si la llaman a una reunión.
-Primero queremos ver las prácticas. Yo no me saco fotos con nadie. Si hay una conversación y una apertura en serio entonces ahí la foto es la consecuencia de un diálogo y de acuerdos muy profundos. Me he cuidado mucho en mi vida de no asistir a sesiones fotográficas.
-¿Cómo líder de la oposición le preocupa el tema de la justicia de su país? A los uruguayos nos llamó la atención que algunos casos muy fuertes, Shanka, la bolsa de dinero de la ex ministra Felisa Miceli, hayan desaparecido de las primeras planas. Inclusive que los jueces de estas causas hayan sido designados como jerarcas.
-El tema de la justicia Argentina es larguísimo. Es como el tema de la corrupción. Esto lo van a seguir nuestros legisladores. Mi etapa de fiscal de la Nación terminó en agosto del año pasado. Fui llevada a juicio y absuelta. Ese trabajo, que lo hice durante catorce años, no lo hago más. Los legisladores tendrán que asumir estas responsabilidades. Para mí la construcción del futuro, la formación de los jóvenes sub 45, es mucho mas importante. Los demás deben asumir a sus responsabilidades. Soy una ciudadana libre, ando sola, que no tengo custodia, no tengo cargo. Solo ejerzo este liderazgo porque me dio la sociedad con un poder personal enorme.
-¿Va a vigilar lo que ocurre en la Capital Federal para evitar que el gobierno apriete al jefe de gobierno no electo?
- Vamos a respaldar el gobierno de Macri en todo lo que tenga que ver con la autonomía. Está claro que jamás voy a estar con Macri en una lista, pero creo que como líder de la oposición tenemos la responsabilidad de sostener mínimamente a los gobiernos opositores que han quedado.
-¿Dará un paso al costado? Se dice que me corro crezco, así que usted no se preocupe. Cuando renuncio a algo es para crecer desde otro lugar. Como pienso y obro en pradoja cuando pierdo gano y cuando renuncio crezco. No hay que entenderlo en términos racionales modernos sino en términos paradojales.
-Sin embargo, se dice que muchos la van a ir a buscar al aeropuerto.
-Nunca busque poder para mi. Estoy tratando de construir otra cultura. Gobernar es construir otra cultura. En Argentina nos vamos al bipartidismo. Hay que construir los sistemas de coalición cívicas como los que estamos armando, mujeres, hombres, diálogos temáticos, partidos como agencias electorales. Los partidos políticos son de la etapa moderna, son del siglo XIX y del siglo XX. No responden a los esquemas abiertos al mundo que viene. No son lugares donde nuestros hijos tienen que funcionar en redes, que también va a ser políticas pero no de la manera tradicional.
-¿Dónde se para Elisa Carrió en el escenario político de 2011?
-Donde me ponga la provincia. Ojalá que los jóvenes sub 45 puedan llegar a la presidencia. Siempre voy a estar si hay una situación excepcional. Si algo que quisiera en mi vida es ver a una nueva generación, con estos valores que hemos ido construyendo, gobernando. Esto sería cuando el poder se transforme en servicio. Pero, si tengo que estar en algún momento voy a estar. Siempre estoy y siempre estaré. No creo en el poder, creo en la libertad y en la autoridad. Esto debe servir, no para un proyecto personal, sino que debe servir para que los jóvenes menores de 50 años puedan gobernar a la Argentina. Nuestra generación ha cometido demasiados errores y me parece que una nueva generación no tendría todo el dolor y la tragedia que nosotros llevamos.