Los testigos clave de la muerte de Francisco Chocho, ocurrida en el Batallón de Ingenieros Nº 4 en 1972, faltaron a la convocatoria de la jueza Adriana Graziuso, quien este martes inspeccionó las instalaciones castrenses donde se torturaba a los detenidos. Paradójicamente, sí asistieron algunos militares indagados por el caso. La Justicia insistirá con una nueva visita.
La jueza Adriana Graziuso volverá a visitar las habitaciones del batallón de Laguna del Sauce donde estuvo detenido y murió Francisco Chocho, militante del Partido Nacional, taximetrista y concesionario del parador El Jagüel, en 1972.
Por solicitud de la fiscal Stella Llorente, la jueza Graziuso convocó a indagados y testigos de los querellantes, a fin de establecer si Chocho falleció por causas naturales o “por exceso de represión”.
Sin embargo, al menos dos de los principales testigos de que el taximetrista fue torturado y murió por esa causa faltaron a la cita por problemas de salud. Asistieron al encuentro varios indagados, entre éstos, militares.
La causa de Chocho se reabrió en 2009 a instancias de la edila Beatriz Jaurena (PVP)y, desde entonces hubo múltiples citaciones e indagatorias para determinar si el detenido murió por una embolia cerebral, como señala el certificado de defunción, o debido a los golpes recibidos, como afirman testigos detenidos aquella noche del 24 de noviembre de 1972 en el batallón.