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En el escrito de 15 carillas Pedro Lavallén y Julia Velázquez, padres de Ana, piden al juez Fogliacco que revea el auto de procesamiento por el cual el conductor que mató a la joven quedó en libertad. Héctor Clavijo señaló que no vio la moto y por eso no respetó el cartel de Ceda el Paso ubicado en la calle Venecia por la cual circulaba cuando embistió a Ana.

Pero el abogado Barla afirma que la imprudencia del encausado (procesado por homicidio culposo y lesiones personales porque Ana iba con una amiga que sufrió heridas graves) se agrava por el tamaño de la camioneta que conducía. La Dodge RAM de 8 cilindros “es de tal envergadura que es comparable con chocar contra un tanque de guerra como bien lo señaló otro de los testigos. (…) Está casi en el límite de las dimensiones que nuestras leyes establecen para un vehículo que transite por nuestras calles”, señala.

“La conducción imprudente de este vehículo por la estrecha calle Venecia denosta una peligrosidad que, a nuestro criterio, excede los límites de una conducta culposa”, agrega. También recuerda al magistrado que el conductor ya tenía antecedentes de accidentes de tránsito que involucraron vehículos ciclomotores.

Recuerda que, según la ley de Seguridad Vial, el conductor que se enfrente a una señal de CEDA EL PASO, debe reducir la velocidad, detenerse si es necesario y permitir el paso a los usuarios que se aproximen a la intersección por la otra vía. “Surge probado que nada de esto hizo el conductor de la camioneta”, enfatiza Barla.

El abogado también señala a Fogliacco que debería tenerse en cuenta otro agravante: la alarma pública que generó el caso, por el cual se manifestaron cientos de personas tanto en las calles como a través de las redes sociales, descontentas con la resolución que dejó en libertad al conductor.

“El accidente devino por la exclusiva culpa del procesado, éste no condujo con prudencia y atención con el objeto de evitar eventuales siniestros , siendo menester para ello conservar en todo momento el dominio efectivo del vehículo teniendo en cuenta los riesgos propios y demás circunstancias del tránsito (artículo 24 de la Ley 18.191) fue negligente desatendiendo las circunstancias del tránsito, y menoscabó las leyes y reglamentos no respetando el cartel de ceda el paso, que se encontraba en la intersección que atravesó.

Es sabido que al abordar un cruce el conductor debe reducir sensiblemente la velocidad, por ello se dice que aún dentro de la velocidad permitida, la velocidad puede ser excesiva, las dimensiones de su propio vehículo le disminuyen la visibilidad, por lo que entre otras circunstancias, su manejo debía ser por demás cuidadoso a riesgo de provocar un grave accidente, como lamentablemente sucedió, la alarma pública que produjo, y su conducta que para nosotros no es culposa, sino dolosa a título de dolo eventual, ameritan el procesamiento con prisión, como se solicitará en el petitorio”, enfatiza el abogado de los padres de Ana.

Lea el texto completo del escrito, al que los familiares adjuntaron fotos, en el link DOCUMENTOS de esta página.