En el marco del día internacional de la lesión medular, FM GENTE dialogó con el doctor Hugo Núñez, quien dijo que la mayor parte de los pacientes que sufren estas lesiones tienen entre 20 y 23 años “en edad laboral activa, con varios proyectos de vida por delante. Se pierde mucho, no solo el movimiento”.
Núñez fue el primer director técnico del centro de rehabilitación Cerema y actualmente se desempeña como asesor del mismo. Explicó que la lesión medular puede ser completa o incompleta.
“Cuando es completa se pierden todas las funciones motoras que tienen que ver con el movimiento, sensibilidad y control de los esfínteres. Cuanto más alta es esa lesión, por ejemplo, si es a nivel cervical, se pierde la movilidad de las cuatro extremidades. Hay dificultades incluso en la respiración”.
“Cuanto más abajo es la lesión menos es el impacto desde el punto de vista de los déficits, porque por lo pronto las extremidades superiores están hábiles y obviamente significa un mejor pronóstico desde el punto de vista funcional”, informó.
“Es muy importante la etapa diagnóstica. Establecer si esa lesión de la médula espinal es completa o incompleta, cuáles son las causas que la determinan. La mayoría de los pacientes que tenemos acá son de tipo traumático. También las hay no traumáticas, por inflamación, infarto o infección de la médula”, señaló.
Se denomina lesión completa cuando toda la sensación (función sensorial) y toda la capacidad para controlar el movimiento (función motora) se pierden por debajo de la lesión de la médula espinal.
Es incompleta cuando existe cierta actividad motora o sensorial debajo de la zona afectada. Hay varios grados de lesión incompleta.
Además, la parálisis por una lesión de la médula espinal puede denominarse tetraplejia o paraplejia. La primera, también conocida como cuadriplejia, significa que los brazos, las manos, el tronco, las piernas y los órganos pélvicos están afectados por la lesión de la médula espinal. La segunda es cuando está afectada la totalidad o parte del tronco, las piernas y los órganos pélvicos.
Los signos y síntomas de una lesión de la médula espinal son dolor de espalda intenso o presión en el cuello, la cabeza o la espalda; debilidad, descoordinación o parálisis en cualquier parte del cuerpo; entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos, los dedos, los pies o los dedos de los pies; pérdida del control de la vejiga o de los intestinos; dificultad para mantener el equilibrio y caminar; insuficiencia respiratoria luego de la lesión y posición extraña o torcida del cuello o la espalda.
Núñez señaló que es importante considerar “quién es esa persona, qué proyectos de vida tenía, cómo podemos ayudarlo desde el área psicosocial en nuestro centro” para poder “establecer nuevos proyectos de vida que sean posibles de alcanzar en su nueva situación de salud”.
Informó que la mayor parte de los pacientes tienen entre 20 y 23 años, “en edad laboral activa, con varios proyectos de vida por delante, se pierde mucho, no solo el movimiento”.
“Hay que lograr que el paciente con sus funciones remanentes logre ser auto válido, independiente dentro de lo posible y que pueda elaborar un nuevo proyecto de vida”, expresó.
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