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La irregularidad se detectó a última hora de la noche, cuando Millán descubrió que una de las camionetas oficiales de la corporación se encontraba frente a una residencia particular.

Tras realizar las averiguaciones del caso, se comprobó que uno de los choferes salió a repartir ediles a sus domicilios y, de regreso a la Junta, se detuvo en la casa de un compañero donde se realizaba una cena organizada por varios funcionarios.

Millán ordenó, por tanto, una investigación administrativa que terminó sugiriendo la aplicación de sanciones para el chofer que estaba en la calle y para el jefe del área, que conocía lo ocurrido pero no tomó medidas.

PARO SORPRESIVO

Millán relató que el miércoles 15 firmó la resolución disponiendo las sanciones para ambos funcionarios y que éstos fueron notificados el jueves. Ese día hubo una asamblea de la Asociación de Funcionarios de la Junta Departamental, en la cual surgió una nota que fue enviada a la presidenta.

“No se anunciaba ninguna medida de paro, pidieron copia del expediente –lo cual es muy normal- y que se suspenda la aplicación de las sanciones hasta que se interioricen del caso. Eso fue a última hora de la tarde, cuando la mayoría de los funcionarios ya se había retirado. Ya de noche, cuando todavía estaba en una reunión en la Junta, me entero de que habían decretado un paro por tiempo indeterminado”, informó Millán.

Si bien dijo que respeta las decisiones sindicales, Millán ratificó la existencia de esa falta y la legitimidad de las resoluciones adoptadas. Adelantó que citará a los dirigentes para ver cómo se desactiva el conflicto.