Facebook Twitter WhatsApp

Personal de la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas, UTE, que realizaba tareas en la zona donde se domicilia la señora Crespo, de 50 años, en Ledesma y 18 de Julio, en Maldonado, descubrió que la vecina se había “colgado”, como se conoce en la jerga la acción de conectarse de forma clandestina de la red de suministro electricidad en los domicilios.

La señora Crespo fue denunciada por su acción irregular, lo que motivó que la Justicia la hiciera comparecer en sus estrados para dar cuenta de lo que había hecho, incluyendo las motivaciones que pudiera aducir para “colgarse” de la red de suministro de forma clandestina.

El interrogatorio judicial no intimidó a la señora Crespo, ya que pasadas algunas horas de haber vuelto de cumplir con ese trámite, decidió nuevamente empuñar sus herramientas y utensilios, y se volvió a “colgar”.

La reiteración tan flagrante del acto ilegal de parte de la señora Crespo, llevó a la juez que atendió su caso a tipificarle un delito de hurto de energía por el que no deberá cumplir prisión. La figura de reiteración del delito (dos veces “colgada”, una mientras se sustanciaba la instancia judicial), no aparece en la tipificación judicial del caso.

UTE informó que de cada 100 kilowattios que distribuye en todo el país, hay 7,7 kilowattios que son anotados como pérdidas “no técnicas”, forma como individualiza al robo de energía mediante la técnica del “colgado”. Afirmó que de los 7,7 kilowattios perdidos cada 100 kilowattios distribuídos, se ha probado que cinco kilowatios fueron sustraídos por fundamentos que surgen de “problemas sociales”, dijo un portavoz de UTE. Los otros 2,7 kilowattios se imputan a “otros motivos” de pérdidas “no técnicas”.
La empresa estatal se había propuesto reducir un 20% las pérdidas “no técnicas” en el trienio 2010-2012. Funcionarios del organismo descubrieron en 2008 en todo el país 16.602 conexiones clandestinas, y en 2009 aumentaron a 19.616.