J.D., un comerciante de 50 años, fue procesado por vender mercadería considerada popularmente como “trucha”, copias no totalmente fieles de marcas reconocidas, en sus dos comercios de Piriápolis. Cayó tras la denuncia de una damnificada y ahora tendrá que cumplir arresto domiciliario total.
Las maniobras del comerciante quedaron al descubierto luego que una clienta lo denunció. Entonces la policía hizo una inspección discreta en los dos locales de J.D., y constató que vendía diversas mercancías con marca falsificada.
Se le incautaron 466 lentes para sol con la marca Ray-Ban, 68 pares de lentes también para sol de marca Niké, 107 relojes marcas Adidas, Puma, y Nike, y un número no determinado de stiker’s con la marca Ray-Ban.
La magistrada le permutó ir a la cárcel a cambio de la obligación de guardar arresto domiciliario completo (no podrá salir a ningún lado por ninguna causa) durante tres meses. Fue procesado por violación a la ley 17.011, que protege las marcas de servicios y productos.