“Dorotea”, la obra del dramaturgo brasileño Nelson Rodrigues, revela el misterioso universo femenino, el resultado ante el sometimiento de la mujer a modelos culturales, derivados de interpretaciones forzadas de la religión. Bajo la adaptación de la directora Sofía Campal, la obra se pone en escena este sábado, a las 20:30, en el teatro Casa de la Cultura. Entrada libre.
Dorotea - obra que Nelson Rodrigues clasifica como farsa - es la más realizada de sus tragedias, en el sentido que en ella son preservadas con mayor propiedad las características clásicas del género.
Sin embargo en Dorotea convive la farsa, la tragedia y el absurdo, un lenguaje característico del autor que permite indagar en un universo que va al fondo del ser humano, revelando su cara más hedionda. Se trata de una obra netamente simbolista, despegada por completo de lo cotidiano reconocible.
Casi todos sus personajes están atravesados por intensos sentimientos de violencia, de locura, de pasión. Tienen aspectos exuberantes, destinados a mostrar la brutalidad que hay en su interior. Existe una exacerbación de ciertos estereotipos femeninos, fruto de la represión y la hipocresía.
Dorotea revela algo del misterio del drama humano, particularmente del universo femenino, sus mitos y tradiciones, el peso de la cultura patriarcal. La violencia es desatada por la verdad como religión.
Se evidencian a lo largo de la obra muchos estereotipos y cargas sociales que se le asigna a la mujer, se muestran las distintas relaciones de poder establecidas mediante las diferencias de género y en forma extremista el terrible resultado del sometimiento de la mujer a modelos culturales, derivados de interpretaciones forzadas de la religión.
Renegar de la existencia de lo femenino, al extremo de amputarlo, desaparecerlo hace que la femineidad se torne monstruosa a lo largo de la obra.
En Dorotea, la fatalidad de la reabsorción de la vida por la muerte se va insinuando a través de descubrimientos psicológicos que no se agotan en sí mismos y que tienden a revelar, por la acumulación y el progreso, la contradicción inherente a la propia vida.
FICHA TÉCNICA
Dirección general y adaptación: Sofía Campal
Codirección y coreografía: Javiera Torres
Elenco: Mariela Techera / Lorena Ferretti / Silvina Gutiérrez / Soledad Fontes Gabriela Graña / Sofía Campal / Alejandro Graña
Estética visual (escenografía, vestuario e iluminación): Cecilia Carriquiri
Sonorización: Deborah Herdt
Dirección y manipulación de objetos: Diego López / Valeria Yañez
Diseño gráfico, fotografía y operador de luces: Luciano Luengo
Arte digital: Daniel Lopetegui
Producción general y prensa: Marcela Massia
(fuente; Cultura IDM)