Renée Pereira, la concesionaria del Argentino Hotel, dialogó con FM Gente sobre la decisión del gobierno de buscar otro concesionario para ese lugar. Defendió con firmeza lo hecho pero advirtió que "pensar que el hotel se pueda cerrar (es) como casi un imposible".
"Si bien lo hemos mantenido todo lo que podemos, lo mantenemos, se ve un poco más deteriorada, más castigada por las inclemencias del tiempo, la parte exterior, pero interiormente está muy bien, está bien, está confortable, muy bien", defendió.
Esa defensa la levantó aún después de admitir que "sí, es difícil mantener la estructura del Argentino Hotel, es difícil, es costoso, muy costoso; es un hotel que tiene muchos años, es del año (19)30, entonces tiene sus largos 80 años que son fuertes para un edificio cualquiera".
TEMPORADA RARA
Pereira se detuvo a evaluar la temporada actual: "Es una temporada un poco rara porque no tener argentinos para nosotros es casi como no tener temporada".
"Pero nosotros tenemos una muy buena clientela, un muy buen apoyo de los uruguayos, nuestro mayor cliente en este momento son los uruguayos, realmente trabajamos con una buena población si bien los precios realmente los tuvimos que ajustar muchísimo, bajar la tarifa", explica.
LA LUCHA POR LA DIGNIDAD
Pereira contó que "nosotros durante más de 10 años hemos estado presentando proyectos, varios proyectos, para mejorar esta situación; hasta ahora no tuve ninguna respuesta que me permitiera mejorar esta situación".
"Es obvio que se necesita invertir un importe considerable de dinero para hacer una buena mejora, pero en todo caso, no se resolvieron cosas que podían haber evitado que esta situación estuviera hoy presente", señaló.
Agregó que "no significa que no se han preocupado (las autoridades), son decisiones y yo no voy a discutir las decisiones que quisieron tomar o por qué razón, pero es la verdad".
"Sí se pudo haber revertido todo esto, sí esto tenía que haber sido... en este momento este hotel no tendría que haber estado así, y había todas las posibilidades de tenerlo bien, en otras condiciones", volvió a embestir.
IMPOSIBLE CERRARLO
Pereira se conformó por lo que tocó lidiar, pero formuló una firme advertencia: "No sé cómo se va a resolver esto, pero evidentemente hay que pensar que el hotel se pueda cerrar como casi un imposible".
"Hace unos cuantos años que trabajamos acá, que a ustedes los recibimos, que era una tapera, algo imposible, no era un hotel, era un edificio que usaban de cualquier manera, de cualquier manera", recordó.
Repasó que "si había un excursión se instalaba en la terraza, en los halles, sin permiso, entro y me quedo; la gente que no tenía de repente alojamiento, en verano se iban a la playa y de noche venían a dormir aquí abajo de las escalinatas".
"Las habitaciones eran imposibles, el comedor no existía porque la gente se cocinaba en las habitaciones; esa fue la parte más difícil que tuvimos nosotros, de lograr que la gente utilizara esto como hotel, que realmente le dieran el uso que correspondía a los servicios, los utilizaran", reivindicó.
Acotó que "no realmente eran servicios caros, eran lo que eran, pero posible que la gente lo usara como hotel, no como un apartamento o una pieza donde podían cocinar, hacerse huevos fritos, cualquier cosa".
"Hay tanta cosa hecha acá en el hotel que alguien a veces dice estuve tanto tiempo en el hotel, pero tanto tiempo depende de cómo se mide", dijo desde lo filosófico.
Se preguntó "cuánta cosa hacemos en el hotel, cuánta cosa hemos hecho acá; este hotel lo hemos transformado hoy en uno de los hoteles que más servicios tiene, más servicios, puedo decir que no hay otro hotel con tantos servicios, todos atendidos".
"Mismo esto que es una temporada igual que fue la de la crisis 2002-2003, nunca cerré un servicio, nunca se mermó un servicio, siempre estuvieron presentes todos los servicios del hotel", reveló.
Apuntó que "hoy con una población con menos recursos, también los servicios están todos, a pleno, y de la mejor manera atendidos; por el contrario, cuanto más dificultad pueda haber, más atención le ponemos nosotros a las cosas, porque para compensar cualquier malestar".
"Sobre las decisiones que tomen las autoridades sobre esto van más allá de lo que yo pueda hacer, porque son cosas que..., tendrían que ellos expresarse sobre esta situación", reclamó.
Al final apuntó alto: "Pero también hay otros deterioros, como la vereda del hotel, que no corresponde, y sin embargo todo está levantado y no tiene nada que ver con nosotros, son otras situaciones, si bien hubo obras y hubo mejoras".
"UTE hizo ahí una situación con instalaciones, todo muy bien porque sirvió para mucha cosa, pero quedó el trabajo a medio terminar, estéticamente la vereda del hotel hoy no está en las mejores condiciones", se quejó.
Y puso la situación en perspectiva: "Esa no es una responsabilidad nuestra, aunque ayuda a la sensación de deterioro, pero bueno, eso..., aquí adentro nosotros estamos bien y protegidos en cuanto a esas cosas".
producción: Mara Arévalo, corresponsal Zona Oeste
foto: Olga Rivero