Este martes el juez Sebastián Amor dictó la sentencia por el asesinato del joven Lucas Barletta cometido en 2022. Amor señaló que la pena toma en cuenta la “crueldad, frialdad y peligrosidad” del asesino que siguió con su vida "como si nada" tras matar a Barletta, convivió con el cadáver 5 días en su domicilio y aportó datos falsos a sus familiares mientras lo buscaban desesperadamente.
Amor señaló que la única controversia que presentaba la defensa del acusado, la abogada Mercedes de la Fuente, era que no existía una relación de índole sexual y afectiva entre los dos jóvenes. Sin embargo, en el juicio, esta resultó “acreditada” no solo mediante los testigos - familiares y amigos de la víctima-, sino también por la propia hermana del acusado quien declaró que tenía conocimiento del vínculo entre ambos.
Al probarse dicha relación el delito de homicidio se agrava. Asimismo, tiene como atenuante el hecho de que Lautaro Ezequiel Silva Trabaglia confesó el crimen y de que es primario absoluto. La condena tiene en cuenta ese agravante y los dos atenuantes. También tuvo en cuenta para la sentencia el hecho que el autor del homicidio siguió con su vida “como si nada” tras matar a Barletta, señaló el juez, que convivió con el cadáver 5 días en su domicilio y aportó datos falsos a sus familiares mientras estos lo buscaban desesperadamente (recordamos que la víctima fue reportada como desaparecida). Agregó que “la forma en la que causó la muerte” dan cuenta de la “crueldad, frialdad y peligrosidad” del acusado.
Silva Trabaglia fue condenado como autor penalmente responsable por un homicidio especialmente agravado a una pena de 19 años y 6 meses de prisión.
SENTENCIA
El asesino de Barletta ingresó a la sala de audiencia con mucha tranquilidad y dijo “buenas tardes”. En la misma se encontraban los padres del joven asesinado, otros familiares y amigos.
Al finalizar la instancia judicial, los familiares y amigos de Barletta aguardaron la salida del condenado en el hall del Centro de Justicia de Maldonado. El asesino les sonrió y les dijo “yo salgo”, luego balbuceó algunas palabras más mientras los funcionarios policiales calmaban a los allegados a la víctima para evitar que se produjera un mayor altercado.