Así lo aseguró Jorge Barrera, abogado defensor del ciudadano brasileño procesado por la muerte de Jenifer Mariño Osano, ocurrida en la madrugada del 1º de enero. El pago de 15 mil dólares le permitirá volver a su país durante el proceso. Barrera también confirmó la conciliación acordada con la familia para evitar un juicio civil.
“Es la fianza más grande que conoce la historia del departamento paga por una persona para salir del país. Las fianzas en el Uruguay por estos casos están entre 3 y 10 mil dólares”, especificó Barrera.
La fianza es fijada por la sede judicial con la anuencia de la Fiscalía. Existe una prisión preventiva antes de la sentencia: "es decir que si hay elementos de convicción uno primero va a la cárcel y después se discute si es responsable o no", de acuerdo a lo establecido por el Código Procesal Penal, explicó Barrera.
El abogado considera, asimismo, que desde el 1º de enero hasta hoy la causa "ha cambiado mucho" con la aparición de nuevos elementos que, a su juicio, delatan la “profunda estigmatización” que sufrió su cliente.
Ahora el caso entra en una instancia donde se discutirá el grado de responsabilidad de cada uno de los dos procesados. Allí se considerarán elementos como el exceso de alcohol por parte del brasileño o, por parte del conductor de la moto, la falta libreta habilitante, el hecho de manejar con la visión de un solo ojo, alcoholizado y habiendo irrespetado la preferencia del cartel de Pare ubicado en el lugar del siniestro.
“Son elementos que se van a discutir en el proceso para determinar el aporte causal que generó el accidente de tránsito”, acotó Barrera. Sería, según dijo, el segundo caso en diez años en el que se procesa a los dos implicados.
El conductor brasileño pagó US$ 56.000 como indemnización, y la suma fue repartida entre los familiares de la adolescente fallecida, según una versión difundida por el diario El País.
El arreglo se realizó en la audiencia de conciliación por lo que tiene valor judicial: “Es un aspecto resaltable que se puede llegar a entendimientos en esta instancia”, indicó el defensor. “Lo que se valoró es evitar un juicio con lo que esto supone en tiempo, en costos y también en la contingencia de un fallo favorable o desfavorable”, agregó.
Aclaró, en ese sentido, que “no hay plata que pague una vida, acá no se está discutiendo el dolor”. “Cuando se trata de un ser humano no hay plata que pague absolutamente nada”, enfatizó.
Barrera dijo que su defendido no es político, no tiene vinculación con la actividad, ni es amigo de personas con incidencia de poder, aunque sí señaló que tiene un poder adquisitivo “importante”. No obstante, puntualizó que el hecho no tiene ninguna relación con el caso.