Los operadores de turismo en Punta del Este analizaron el escenario actual y si bien se preparaban para una temporada mala, ahora sostienen que la situación es “crítica” y “dramática”.
Los teléfonos de las inmobiliarias en Punta del Este dejaron de sonar hace un par de semanas. Es que las reservas para la temporada de verano en el principal balneario del país se congelaron ante el aumento significativos de casos por coronavirus, y la expectativa de lo que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anuncie el jueves 17 en conferencia de prensa.
“Hace un mes que se apagó todo. Muy, muy tranquilo. Ya sabíamos que iba a ser una temporada mala, pero ahora se ve que va a ser aún peor. Toda la expectativa está puesta en qué va a pasar esta semana con las medidas del gobierno”, dijo a El País Andrés Jafif, propietario de Santos Dumont Inmobiliaria. Los operadores coinciden en que la situación del sector es “dramática” y “crítica”.
El ministro de Turismo, Germán Cardoso, dijo la semana pasada que estaban al tanto de un enfriamiento en las reservas y en la concreción de alquileres. Aunque dijo que existía confianza en que con el pasar de los días todo se reactivaría.
Sin embargo, eso no ocurrió. El subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, dijo ayer a El País que es entendible el temor de los veraneantes. “El parate en las reservas obviamente es un acto reflejo de la preocupación que le está entrando a la gente con los números (de contagios)”, comentó el jerarca.
En ese sentido, agregó que desde el gobierno se está haciendo “todo lo posible” para apoyar al sector, ya que las autoridades son sensibles a la pérdida de fuentes de trabajo en una actividad importante de la economía.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, Javier Sena, admitió que el escenario se torna cada vez más difícil de cara al verano. “No recuerdo una temporada tan baja. Sabíamos que iba a ser mala, pero esto era inimaginable, aun con pandemia. Hace días que no hay consultas”, comentó el agente inmobiliario a El País. Sena dijo que es difícil hacer números, pero su apreciación es que se está “apenas” en un 30% de las reservas habituales.
El pasado sábado, los agentes inmobiliarios se reunieron para analizar el panorama y sus perspectivas son desalentadoras. A nivel hotelero, las reservas están muy bajas. Algunos están con reservas nulas y hay quienes evalúan directamente no abrir sus puertas.
En cuanto a los comercios, los expertos comentan que quienes se han animado a invertir para ofrecer propuestas gastronómicas ya abrieron sus locales a fines de la temporada anterior o a mediados de año, para tener todo listo para el verano.
Algunos de los que se prepararon en agosto para tener propuestas en diciembre y enero, ya saben que trabajarán solo para intentar descontar la inversión, y pagar los alquileres, comentó Jafif. Ni sueñan con tener ganancias.
De todos modos, a nivel de alquileres de casas y apartamentos, aunque las consultas sí cayeron, las inmobiliarias no han observado aún movimientos por cancelaciones.
Tampoco, en cuanto a los precios, no se ha registrado aún un ajuste a la baja para intentar concretar más reservas.
“Hay precios que el uruguayo piensa que iban a ser mucho más bajos, y el mercado no está a la baja. A pesar de lo que está sucediendo el propietario es muy firme”, explicó Jafif, que augura que más sobre la fecha puede darse una caída de los precios, en algunos casos, y en otros es muy probable que los propietarios decidan usar sus casas para veranear ellos.
“Hubo gente que no entendió”.
Monzeglio dijo a El País que la situación actual es producto de algunas irresponsabilidades de los ciudadanos. “Hubo gente que no entendió que dependía de nosotros y hay gente que sigue sin entender”, remarcó y recordó que el distanciamiento y el tapabocas son claves. Desde el ministerio se promueve el turismo responsable y el cumplimiento de los protocolos, remarcó.
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