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Por otra parte, también en el avance de la investigación, Alonso fue vinculado a varios hechos.

En la madrugada del 13 de mayo, fue denunciando un hurto cometido en un comercio ubicado en calle Santa Teresa. El perpetrador, que resultó ser Alonso, dañó un vidrio para ingresar llevándose la suma de 11.190 pesos. El incidente quedó registrado en las cámaras de seguridad del local.

También el mismo día, fue denunciado el hurto de una moto marca Motomel, 110cc, del patio de una casa ubicada en calle Rio Negro, jurisdicción de la Seccional 1°. A la larga era la moto que abandonó cuando fue interceptado por la policía.

Tres días después, el 16 de madrugada, una mujer que esperaba el ómnibus en una parada de calles Francisco Martinez y José Nasazzi fue amenazada verbalmente por los ocupantes de una moto que se llevaron su cartera.

El 21, en la madrugada, se registró un hurto en un comercio de calle 3 de Febrero al que ingresaron tras romper una puerta de vidrio. Robaron la caja registradora que tenía 15.000 pesos y todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del negocio.

Finalmente, el 23, fue denunciado el hurto de un casillero con 12 botellas de vidrio de un comercio ubicado en Avda. Aiguá. El robo también quedó registrado en una cámara particular.

Con la evidencia reunida por fiscalía, Alonso Márquez fue sometido a la justicia que lo condenó, como autor de un delito de receptación y 4 delitos de hurto, dos de ellos especialmente agravados, y todos en régimen de reiteración real entre sí, a la pena de 24 meses de prisión efectiva.

Juan Pablo Alonso Márquez ya era poseedor de antecedentes penales, del 2016 al 2020, por un total de 7 delitos de hurto y 2 de receptación.