El director de Integración Social de la Intendencia de Maldonado, Carlos López, se manifestó negó que la devolución de canastas de fin de año haya sido masiva, y se manifestó preocupado con otros directores que terciaron en la controversia. López fijó su posición en una entrevista con FM Gente.
El jerarca comunal aseguró que no hubo una devolución masiva de canastas por parte de los jubilados que las recibieron, disconformes por lo magro de su contenido. Dijo que “fueron solo tres” las canastas devueltas, y que “ellos suspendieron la distribución”, en alusión a la Asociación de Jubilados Municipales.
López negó que no hubiera habido control bromatológico de los alimentos contenidos en las canastas, en respuesta a un inspector de Higiene de la Intendencia, quien dijo la semana pasada en FM Gente que no lo hubo. Cuando se le pidió que precisara si su aclaración sugería que antes no había control bromatológico de los contenidos de las canastas, López respondió que la mercadería “se compraba en los supermercados”.
“Estos son productos artesanales que tienen los controles, porque por ahí había escuchado que se dudaba si los productos eran de determinada calidad”, dijo. El directivo del sindicato Adeom Maldonado e inspector de Higiene, Carlos Medina, se preguntó la semana pasada por FM Gente: “¿Esto fue fiscalizado por el área social y no por el área de Bromatología?”.
López dijo este lunes que los productos que se pusieron este año en las canastas son artesanales, elaborados por gente de Maldonado que trabaja en una planta ubicada “al final de Ferreira Aldunate”, en Cerro Pelado. “En esa planta trabajan todos aquellos emprendedores recientes que no pueden montar su negocio propio y no tienen en su casa el lugar adecuado para producir, usan esa planta”, explicó. Agregó que “principalmente son egresados de los cursos que da la intendencia”
Reveló que “uno de los objetivos de la dirección (de Integración Social) era reformar esa planta, que funcionaba con un funcionario administrativo, en un solo turno, donde concurrían cinco o seis elaboradores de manera esporádica para eventos especiales a producir”. “Nosotros le quisimos dar un nuevo empuje a eso, hicimos algunos cambios en infraestructura, se agrandó la cocina, se creó un equipo integrado por un nutricionista, un técnico de laboratorio que depende de la Dirección de Higiene, y un asistente social”, describió.
Añadió que por un convenio con la Universidad del Trabajo del Uruguay, UTU, se obtuvo un docente que diera cursos de elaboración, para que los elaboradores pudieran presentar de una manera agradable sus productos.
La controversia se generó cuando denuncias de oyentes mostraron la existencia de jubilados molestos por los contenidos de las canastas que les entregó la intendencia este año, escaso y, para ellos, con pocas garantías de estar sometidos a controles de calidad.
Santiago Plada, secretario de AJUM, confirmó la semana pasada a FM Gente que esa organización detuvo la entrega de canastas de inmediato, cuando empezaron a recibir críticas y devoluciones de parte de los beneficiados. “Como la gente se ha quejado y mostrado su molestia, dejamos de entregarlas (a las canastas) desde ese momento”, dijo Plada.