La terapia electroconvulsiva, también conocida como electroshock, se había dejado de utilizar en la Unidad de Salud Mental del Hospital de San Carlos por no contar con el equipamiento adecuado.
El electroshock es un procedimiento que se realiza bajo anestesia general. En el procedimiento, pequeñas corrientes eléctricas pasan por el cerebro para causar intencionalmente una breve convulsión.
Este procedimiento, que comenzó a utilizarse en la década de 1930, se utiliza para tratar cambios de humor y cuadros graves de depresión.
El director del Hospital de San Carlos, Cristian Píriz, explicó que la técnica se aplica cuando el paciente no responde a otros tratamientos, es refractario a los fármacos o a las terapias.
“Básicamente es como resetear el cerebro de la persona. Estimula una descarga masiva neuronal y, lo que no se pudo hacer a través de una intervención farmacológica, se busca que biológicamente - a través de esa técnica - se pueda obtener un resultado tal que permita la recuperación del paciente”, detalló Píriz en una entrevista con la Contratapa de la Revista de FM GENTE.
El director aseguró que “se obtienen buenos resultados” y que la imagen negativa de la técnica proviene del pasado, cuando no se contaban con los recursos adecuados.
El jerarca señaló que en la actualidad las técnicas diagnósticas y de tratamiento en el área de psiquiatría “se han aggiornado”, y entre ellas, también el electroshock.
“Una de las técnicas que queríamos implementar, que antes se usaba, pero se había dejado, es el electroshock. Se había dejado de usar por no contar con el equipamiento correcto”, anunció.
Píriz informó que ahora el centro de salud cuenta con equipamiento nuevo y que además se contrataron más horas de anestesia y de block, necesarias para realizar la técnica.
“Los aparatos han ido cambiando de tal manera que brindan mayor seguridad al paciente, no es lo de antes que era un poco más precario”, puntualizó, y añadió que los aparatos modernos “dan con el voltaje justo”.
Asimismo indicó que los dispositivos actuales permiten repetir los tratamientos, aunque “obviamente no es indefinido”, sino que se realizan una determinada cantidad.
“Estos últimos 20 años la medicina ha avanzado mucho con el avance de la tecnología. Técnicas que antes eran muy precarias, ahora se están haciendo correctamente”, aseguró.
TÉCNICA CONTROVERSIAL
Quienes están en contra de la terapia electroconvulsiva, médicos y pacientes, aseguran que produce daños permanentes en el cerebro.
Quienes están a favor del procedimiento, tanto familiares de usuarios como profesionales, afirman que es efectivo y que incluso ha llegado a salvar vidas de personas que antes tenían ideas suicidas.
El Mecanismo Nacional de Prevención, perteneciente a la Institución Nacional de Derechos Humanos, elaboró un informe en el año 2020 donde advierte que la técnica “si se aplica sin las debidas garantías, puede configurar situaciones de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”.
El informe señala que, en Uruguay, de acuerdo a la Ley N° 19.529 de salud mental, debe existir “el consentimiento informado para la realización de las intervenciones biológicas y psicosociales propuestas en la estrategia terapéutica”.
El informe indica que la terapia electroconvulsiva ha sido cuestionada a nivel internacional en su forma no modificada, es decir, cuando se aplica sin anestésicos ni relajantes musculares. En esas condiciones suele provocar dolor, sufrimiento y ocasionar secuelas.
También señala que son factores de riesgo la inexistencia de protocolos, la administración de la técnica sin consentimiento libre e informado, y la aplicación en niños y adolescentes.
Foto: Instituto Nacional de Derechos Humanos