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La residencia presidencial de Punta del Este, donada en 1948 por el desarrollista argentino Mauricio Litman, ha tenido un uso intermitente por parte de los presidentes uruguayos desde su adquisición.

Aunque en sus primeros años fue utilizada con mayor frecuencia, especialmente durante el mandato de Tabaré Vázquez, su uso ha sido limitado en los últimos gobiernos.

Durante la administración de Vázquez, la residencia fue utilizada principalmente como lugar de descanso y para recibir visitas de líderes internacionales. Este período también estuvo marcado por importantes inversiones en mantenimiento y mejoras.

Según consignó El País, en 2007 y 2016, se reportaron los gastos más altos en mantenimiento alcanzando las sumas de $1.725.716 y $1.725.131 respectivamente. Estos gastos incluyeron reparaciones y renovaciones importantes en la propiedad.

En el período de 2017 a 2019, tras su retorno al Poder Ejecutivo desde el Banco República, los gastos se redujeron considerablemente. La residencia recibió una mínima inversión en fumigaciones y mantenimiento general. Sin embargo, en 2022, se realizó la mayor inversión en electrodomésticos desde 2005, con un gasto de $95.196, y en 2023 se invirtieron $266.741 en un pararrayos.

El gasto en alimentación para la residencia también ha sido variable. En 2021 se reportaron $50.624 en alimentos, un monto significativamente mayor en comparación con otros años.

A pesar de su reducido uso actual, el mantenimiento sigue siendo una preocupación, con dos empleados permanentes que generan un costo mensual de $177.739, lo que representa más de dos millones de pesos al año.






Foto: Archivo