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Agregó razones familiares como sustento de esa decisión, pero calificó como "grata sorpresa" la unión de la Lista 60 al sector que integra, Unión y Cambio, y el análisis ya cobró el rumbo decididamente político.

Bonilla comenzó por aclarar, cuando se le deslizó si podía ser candidato a alcalde de San Carlos, que "mi presencia en este espacio no implica absolutamente ninguna candidatura".

"Lo que sí puedo asegurar es que yo no voy a ser candidato ni a intendente, ni a diputado; ya hemos participado dos veces candidateándonos en lo local; yo creo que ese proceso todavía está muy lejos porque falta mucho por elaborar", afirmó, sin mencionar nada sobre su candidatura a la alcaldía.

Observó que para una candidatura departamental "hay que acceder a consensos muy importantes, y porque yo creo que hay que buscar el candidato en base a un acuerdo de programa, y a un acuerdo de partido".

"Yo soy de la idea de que San Carlos tiene que tener no más allá de uno o dos candidatos al gobierno local, o tres, y no la multiplicidad de candidatos que tuvimos en las elecciones pasadas porque eso transmite a la población un concepto de desunión, de fragmentación, de división, que es lo que no queremos", cambió el rumbo del tema.

DONDE SEA NECESARIO Y LA PROCLAMA

Pero sin que nadie se lo observara, sólo volvió de inmediato a lo propuesto por la pregunta: "Yo voy a estar dónde sea necesario; en general pretendo no ocupar primeros planos", dijo, todavía sin ninguna afirmación que descarte ir por la alcaldía.

"Trabajaré para que San Carlos tenga un muy buen alcalde, un muy buen concejo, pero siempre con el concepto de la unidad", retomó, ya prometiendo, aunque no lo dijo ni lo sugirió, pero es claro que asumió en ese instante la postura de candidato a alcalde.

Y prosiguió: "Porque este espacio se llama Unión y Cambio, cambiarnos la cabeza a todos, cambiarnos el esquema mental que tenemos de que se puede acordar con el otro, se puede acordar con el Frente Amplio, se puede acordar con el Partido Colorado, se puede acordar con los trabajadores".

"Y la unidad, esa unidad a través de lazos y de puentes de unión con los otros partidos", concluyó en una proclama muy cercana a una plataforma electoral.

UN MOMENTO DE PASIÓN

Bonilla mostró pasión casi juvenil cuando refirió al momento que está viviendo su Partido Nacional en Maldonado.

"Yo había pensado acompañar y ayudar a un gran amigo que tengo ahí, que es Nelson Rodríguez, con quién compartimos hace muchos años distintas instancias, aunque competimos, siempre terminamos trabajando juntos", se sinceró.

Añadió que "cuando surge esta idea me dio una gran alegría porque me pareció que era algo diferente, cuando hay crisis las soluciones aparecen, y nosotros los blancos que somos pasionales, y guerreros, y peleamos, y todos queremos competir, sanamente, está bien, todo el mundo tiene que tener ese deseo de participar de la actividad política porque así se logran los liderazgos".

"Pero el hecho de que la gente dijera vamos a unirnos, vamos a tratar de juntarnos, de componer un espacio que tenga algunas bases diferentes, y que todos resignaran posicionamientos hasta esperar a ver quién es, eso me pareció realmente fantástico", siguió.

Y redondeó: "Eso fue lo que me motivó a acercarme y ahí vinieron las conversaciones con distintos integrantes de nuestra agrupación; fue bienvenida".

Sin permitir que el entusiasmo decayera, mencionó la forma cómo los blancos buscan consensos, unir proyectos, demostrar por qué quieren el gobierno, local, departamental, y hasta nacional.

Para Maldonado mencionó una decena de dirigentes a quienes otorgó la credenciales suficientes como para gobernar mejor que lo que lo ha hecho el Frente Amplio, pero aun en lo más alto de su entusiasmo al exponer estas cosas, siguió diciendo que si llegan al gobierno que les toque conducir, buscarán acuerdos con otros partidos, con los sindicatos, y que escucharán al ciudadano de a pie, que sufre los malos gobiernos.