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Fusaro afirmó que no pueden ingresar al Río de la Plata el crucero Fantasía, con capacidad para 4.300 huéspedes, y 1.500 tripulantes, porque afirman que obstruye el canal de acceso a la Hidrovía.

Cuando se le hizo notar que en cambio sí dejan transitar por allí a los buques metaneros (cargueros de gas), que son de mayor porte, el ejecutivo respondió: “Pero los metaneros parece que tienen otro tipo de prioridades, para los pasajeros no lo quieren hacer”.

“Es una discusión que estamos llevando a cabo porque nos gustaría tener uno de esos buques para el Río de la Plata y nos limitan la expansión”, dijo.

Agregó que “tenemos tres buques de 3.000 huéspedes cada uno, uno operando desde Buenos Aires, y otros dos operando desde Brasil; estos tres son los que vienen a Punta del Este y a Montevideo”.

LAS GANANCIAS
Fusaro reveló que “estamos con el 80% vendido, nos falta el 20%, pero el 20% es fundamental para nuestra rentabilidad”.

“Esa es buena parte de la rentabilidad”, añadió, con lo que implícitamente indicó que esas ganancias superan el 20% del dinero movido en el negocio.

Sostuvo que pese a todo, “estamos tranquilos, estamos atentos; creo que es muy difícil prever realmente por qué lado vendrán las medidas (del gobierno argentino), entonces lo mejor que podemos hacer es seguir trabajando, seguir vendiendo, seguir ofreciendo el mejor producto, y reaccionar en la medida que salgan las medidas”.

EL VERANO VIENE MUY BIEN
Fusaro, que concedió la entrevista previo a su intervención el fin de semana en un congreso de cruceros que se realizó en el Conrad de Punta del Este, vaticinó una buena temporada, aunque se manifestó incapaz de hacer lo mismo con las medidas que pueda adoptar el gobierno argentino.

“El verano para nosotros viene muy bien; en los dos mercados a los que alimenta Uruguay, Argentina y Brasil, estamos creciendo entre un 25% en Brasil y un 40% en Argentina, o sea que es una perspectiva muy buena”, sostuvo.

Se lamentó que “la perspectiva del mercado no es tan buena, el mercado argentino está estancado y el mercado brasileño está en retroceso”.

“Eso va a hacer que el total de turistas de cruceros que van a venir a Uruguay este año con suerte va a ser el mismo del año pasado; espero que nosotros traigamos un 40% más de gente a Uruguay, el total de la industria no va a cambiar”, soltó de un tirón.

Explicó que existe una “reducción de oferta porque es muy difícil ser rentable en la región; no es culpa de Uruguay en este caso, Uruguay ha hecho muchas cosas para mejorar pero todavía hay mucho camino por hacer, por hacer mejores cosas”.

“Las condiciones en Brasil y en Argentina de infraestructura y de costos hacen que operar rentablemente sea muy difícil; algunas empresas toman la decisión de reducir capacidad; nosotros por el momento estamos bien, estamos contentos, el mercado nos acompaña, pero también estamos en esta lucha porque es difícil mantener la rentabilidad”, insistió.

URUGUAY VISTO DESDE LOS CRUCEROS
El ejecutivo dijo tajante que “Sudamérica es caro, dentro de lo caro que es Sudamérica, Uruguay no es lo peor, vamos a ser sinceros”.

“Sí en Uruguay el tema de los tender, aquí en Punta del Este, es una complicación; es una complicación también por el tema del servicio, no hay muchos tender realmente de calidad, y estar obligado a usar tender que no son de calidad compromete del servicio, además de aumentar los costos”, advirtió.

Apuntó que “ese es un tema que tendría que ser resuelto; el principal problema que está empezando a tener Montevideo es el tema de la capacidad, entre los buques de carga y los buques de pasajeros, empieza a ser difícil encontrar fechas y hay que programarse con mucha anticipación”.

“A veces los itinerarios son muy exigentes, porque se sale de Santos en una fecha y se llega a Buenos Aires en otra, y es muy difícil combinar todo; creo que esos son los principales desafíos, y hay algunas otras cositas”, deslizó.

UN PRODUCTO NOBLE
Para Fusaro “el producto crucero es muy noble; el público argentino, uruguayo, que todavía no tiene la posibilidad de embarcar regularmente en Uruguay, pero que va a embarcar a Buenos Aires, aprecia que tiene una excelente relación costo-beneficio”.

“Sin duda, si hay un encarecimiento del dólar eso va a influir porque el precio es importante en cualquier decisión de compra, pero yo no creo que afecte significativamente la demanda”, interpretó.

Dijo que “de hecho hoy los cruceros, como cualquier viaje, pagan un tipo de cambio que es 20% más alto porque existe ese impuesto, y luego de esa zozobra inicial de las dudas de qué iba a ser, el mercado sigue adelante”.


Entrevista: Marcelo Gallardo