El hermano de Alicia Techea, asesinada por su pareja y enterrada en el piso de la casa que compartían en Cerro Pelado, afirmó que el hombre actuó con premeditación y encubrió el hecho, con total sangre fría, a la propia hija de su víctima. “Quiero que ese tipo se pudra en la cárcel”, manifestó Enrique Techea en FM Gente.
Alicia Techea tenía una enfermedad mental que la había alejado de su familia y no era raro que su hermano y sus padres la vieran poco. Ella llevaba tres meses con un hombre al que no conocían más que de vista –y que no les caía en gracia-, compartiendo techo en una modesta en Cerro Pelado. Así que a veces pasaban hasta cuatro días sin verla. Pero esta vez fue demasiado.
La última vez que vieron a la mujer fue el 30 de abril, recuerda Enrique Techea. En los días siguientes, la hija de Alicia fue varias veces a la casa y al no encontrarla preguntó a la pareja por el paradero de su madre. “Sentado, tomando mate, le dijo con total frialdad que mi hermana había ido al hospital de Clínicas a realizarse unos estudios y se había quedado unos días con unos tíos”.
No llamó la atención el argumento del análisis ya que ella debía viajar el 2 de mayo y había retirado del hospital de Maldonado los boletos de ómnibus que otorga ASSE. Sin embargo, el homicida cometió un error: los tíos de Alicia habían fallecido hacía tiempo.
Así que, el 11 de mayo, después de buscar a Alicia infructuosamente y para nada convencidos de la información que les aportaba la pareja sobre su paradero, decidieron radicar la denuncia por desaparición en el destacamento de Cerro Pelado.
Techea no duda que su hermana fue asesinada con total premeditación. “Era un hombre menor que ella y vio que nadie la iba a reclamar. Acá no hay ningún drama pasional, como se dijo en algunos medios. Este tipo vivía en la calle y lo que andaba buscando era la manera de quedarse con la casa, que es como una tapera porque estaba muy derruida”, acusó.
Precisó que la casa era tan modesta que tenía piso de tierra, por lo cual la remoción que el hombre hizo para enterrar a su víctima no habría llamado la atención. Las dudas eran tantas, que la hija de Alicia llegó a realizar tres grabaciones en las que el hombre le comentaba, con total frialdad, su versión del viaje a Montevideo y la estadía en casa de los tíos.
La inconsistencia en el relato fue lo que llevó a los policías del destacamento de Cerro Pelado a cerrar el círculo sobre el sospechoso y lograr, finalmente, la confesión. “Nunca esperamos esto aunque sabíamos que no era trigo limpio, que era un ventajero”, opinó Techea sobre el homicida de su hermana.
Agradeció luego la tarea de los agentes y del oficial a cargo del destacamento “por la delicadeza con que trataron a los padres” de la víctima y por “el empeño que pusieron con los pocos recursos que podían tener”.
Siente que el procesamiento con prisión del asesino, imputado de un homicidio especialmente agravado, es justo.
No tiene idea de cómo murió su hermana pero está seguro de que no fue un caso de violencia doméstica. Ahora sólo quiere que "el tipo se pudra adentro de la cárcel”.