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Pablo Rosales, que tenía antecedentes por narcotráfico en Rivera y Tacuarembó, se había instalado en Solanas para continuar con su especialidad delictiva, esta vez dirigida a clientes VIP de Punta del Este.

El hombre fue detenido en la noche del miércoles por efectivos de la Brigada Antidrogas de Punta del Este en plena transacción con un cliente. Además, la Policía allanó su casa y allí se incautó de 60.000 dólares, 125.000 pesos uruguayos en efectivo y 701 gramos de cocaína y un arma de fuego.

En el marco de la investigación resultaron detenidas 14 personas, entre proveedores y consumidores, casi todos residentes en Punta del Este y con buen poder adquisitivo.

En la noche de este viernes, el juez de 2º turno procesó a Rosales con prisión, imputado de un delito de “suministro a título oneroso”. Con la misma carátula también marcharon a la cárcel Marcelo Capel y dos personas sin antecedentes penales: un hombre identificado como J.F.S y una mujer, M.A.B.M.

En tanto, por "asistencia al narcotráfico" fue remitida a la cárcel la esposa de Rosales, Patricia Sapia, quien está embarazada y tenía antecedentes penales en Tacuarembó. El mismo delito le fue imputado a la mujer identificada como M.J.D.

Rosales vendía cocaína a una clientela selecta, profesionales, empresarios de Punta del Este, trabajadores de entes públicos. Todos los consumidores eran mayores de 35 años.

Según supo FM Gente de fuentes policiales, como dato curioso, Rosales tenía fijado un horario de atención al cliente y fuera del mismo no abría las puertas de su casa para suministrar estupefacientes.