Por tercer año consecutivo el Día Internacional de Mandela será celebrado en Uruguay. Esta vez, se centrará en Maldonado con la proyección, el martes 31, de la película Invictus en el Teatro Casa de la Cultura. Paralelamente, un espacio público ubicado en Cachimba del Rey llevará el nombre de "Parque de los Derechos Humanos, Nelson Mandela".
El Día Internacional de Mandela fue instituido en 2009 por la Organización de Naciones Unidas con el objetivo de “inspirar a las personas a tomar medidas para ayudar a cambiar el mundo para mejor, y al hacerlo, construir un movimiento mundial para el bien”.
En última instancia, lo que se pretende es empoderar a las comunidades en todas partes. “Emprender la acción, inspirar el cambio, hacer cada día un Día de Mandela”, es parte del lema.
La celebración lleva tres años en Uruguay. El primer año se realizó la Sala 18 de Julio de Cinemateca y el segundo en el Centro Cultural Florencio Sánchez del Cerro, ambos en Montevideo.
El martes 31 la convocatoria será en Maldonado, donde estarán el Embajador de Sudáfrica David Jacobs, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Juan Raúl Ferreira, el Obispo de Maldonado monseñor Rodolfo Wirz y el intendente Oscar de los Santos.
Ese día, a la hora 19, se proyectará en el Teatro Casa de la Cultura la película Invictus, protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, que trata sobre el campeonato Mundial de rugby que se realizó en Sudáfrica y conquistó el locatario y cómo Mandela logró alinear a todo el país tras su selección.
Antes, a la hora 16:30, el espacio público ubicado en 3 de Febrero y Alférez Campora (Cachimba del Rey) será denominado "Parque de los Derechos Humanos, Nelson Mandela". La convocatoria, en este caso, es de la Intendencia de Maldonado, AEBU, Ciudadanos por el Día Mundial de Mandela y Mundo Afro.
POR QUÉ MANDELA
La inclusión del Día Mundial de Mandela en el calendario internacional de la ONU se resolvió por lo que el sudafricano simboliza para la humanidad, coincidente con los ideales de la ONU aunque muchos países miembros no practican: libertad, igualdad, justicia social, democracia.
Mandela fue líder de un pueblo oprimido y humillado por los racistas blancos, desde la conquista en el siglo XVII, de la mano de la iglesia holandesa reformada que se autoadjudicaba el papel de raza elegida y superior.
Por las casualidades de la vida logró estudiar en su infancia –fue el primero de su tribu que lo hizo–; decidió ser abogado a pesar de haber sido expulsado del Colegio Universitario por pertenecer al Consejo de Representantes Estudiantiles –junto a su amigo Oliver Tambo– y promover una huelga. Fue el primer abogado que estableció un estudio jurídico para defender a los negros, por lo tanto, pobres y sin derechos, en los años 40.
Así se transformó en un activo luchador del partido del Congreso Nacional Africano (CNA), integrando su juventud y destacándose como dirigente. Fueron esos jóvenes que dieron un nuevo impulso a la lucha histórica que desplegaba el CNA desde principios del siglo XX contra el racismo y la explotación. (...)
Sufrió persecuciones, fue encarcelado y juzgado con acusaciones falsas que él mismo, ejerciendo su propia defensa, logró desenmascarar. (...) Sería uno de los principales líderes del pueblo sudafricano, perseguido y buscado por todo el territorio por las fuerzas racistas que lo consideraban uno de sus enemigos fundamentales. A pesar de su famosa habilidad para esconderse y recorrer pueblos y ciudades organizando la lucha, fue nuevamente apresado y condenado a cadena perpetua en 1964.
En el juicio de Rivonia se le acusó de sabotaje. Las declaraciones de Mandela ante el tribunal durante este proceso son un clásico en la historia de la resistencia contra el apartheid y han inspirado a todos. Su histórico alegato concluye con las siguientes palabras: “He luchado contra la dominación blanca, he luchado contra la dominación negra. He venerado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la cual todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal al cual espero consagrar mi vida y realizarlo. Pero si fuera preciso, es un ideal por el cual estoy dispuesto a morir”.
Pasaría 20 años en la prisión de máxima seguridad de Robben Island, donde fue condenado a trabajos forzados y donde el racismo se expresaba hasta en la menor cantidad de comida que recibían los presos negros.
(...) Los sucesos políticos se precipitaron en el país y Mandela fue finalmente liberado el 11 de febrero de 1990. Inmediatamente retomó su rol de líder indiscutido del CNA y de todo su pueblo, logrando el acuerdo de noviembre de 1993 que estipuló el nacimiento de un régimen no racista ni sexista, democrático, bajo el principio de una persona un voto – viejo lema de los luchadores negros sudafricanos .
En las elecciones de abril de 1994 Nelson Mandela es electo presidente de la República de Sudáfrica, cerrando una de las etapas más vergonzosas de la humanidad y abriendo una nueva vida para ese gran país y todo el continente africano.
(...) Mandela, el que fue capaz de promover huelgas y sabotajes en los años del apartheid, también fue el hombre que impulsó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en su país. Para unos y otros. También se juzgaron los crímenes cometidos por luchadores negros, incluida su esposa Winnie –de quien se divorció años después.
Madiba –como le dicen, aludiendo a un título honorífico de los viejos de su tribu– fue el hombre del Campeonato Mundial de rugby en su país en 1995, deporte de blancos odiado por los negros, al que logró transformar en un hito de la unidad nacional como cuenta el film Invictus.