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Destacó, por otro lado, que el primer gobierno del FA fue "bueno", "hubo grandes reformas..." Pero en el segundo "hubo mucho humo". Destacó al respecto: "hubo mucho humo con el puerto de aguas profundas, Aratirí, la regasificadora, Pluna..."

Dijo que en 15 años de gobierno del FA "nunca nos sentimos valorados, nunca se nos tuvo en cuenta" para consultas o aportes desde el interior e incluso recordó "nunca nos llamaron para un cargo ni siquiera de portero del banco..." Aclaró, no por los cargos sino por la formación en la administración pública de compañeros o de otros que podían aportar por su experiencia y preparación al gobierno.

Más adelante indicó: “No encuentro la palabra adecuada, no hay reproche a nadie, dejé parte de mi carrera para la creación de un movimiento político, cuando en mi profesión me iba bastante bien”, señaló. “Estaba en la parte final para ser anestesista y dejé”, agregó.

En su proceso reflexivo hizo notar su dolor, “cuando algún culo sucio te critica, lo mejor que podría hacer es callarse la boca”, “al menos gastar la mitad de la suela de los zapatos o el dinero, la mitad del tiempo y la vida, porque un movimiento político no se mantiene con confite”.

“El Frente Amplio es más centralista que el Partido Colorado, luego se preguntó; ¿dime de dónde son los tres candidatos a la Presidencia?”. Y lo mismo hizo referencia a la Presidencia al Frente Amplio y después argumentó: “las dos veces que presentamos como candidato a la Presidencia del Frente Amplio al Pato Mier, las dos veces nos vetaron”, agregó. Y sabíamos que no iba a ganar, pero resultaba simbólico para el interior, dijo.

Refirió al desconocimiento del Frente Amplio con relación al interior de nuestro país, y una manera de ver esa realidad, “es cuando deciden cerrar oficinas del Banco República en varios puntos del territorio nacional”. Apuntó, de esa forma al cierre parcial o definitivo de sucursales en varias localidades del interior, por ahí pequeñas decisiones en la escala nacional, pero de indudable gravitación para esas poblaciones vinculadas básicamente a las actividades productivas. “Desconocen el interior”, dijo Darío Pérez.

“Tuvimos quince años diciendo que se estaban olvidando del interior”, “esas incongruencias hacen que uno se enoje”, señaló.

Por otro lado, mencionó las transferencias de recursos económicos desde las arcas públicas a las privadas a través del Fonasa para pagar CTI y traslados durante los quince años de gobierno frenteamplista. “Son millones de dólares, de Maldonado y de todo el interior; y resulta, que ahora viene este hombre acusado de neoliberal, Cipriani, y empieza a abrir CTI en todos lados”, reflexionó. “Y, cómo es esto”, se preguntó, Darío Pérez. “No se puede sacudir la boina y la estrellita, y cantar para otro lado”, remató.

En la acumulación de acciones que no acompañó Darío Pérez durante la administración frenteamplista, recordó: no votó las maniobras Unitas, porque nos pasamos 25 años diciendo no; y en el primer año tuvimos Unitas. En esa oportunidad, recordó, que en la misma posición se mantuvo a quien calificó como un maestro de la vida, el recordado dirigente político ya desparecido, Guillermo Chiflet.

No acompañó, Pérez, que no se habilitaran el establecimiento de relaciones con la República africana de SaraJay (Sarajawi) en el único territorio que se habla en español y resulta que se oponían “cuando andaban a los arrumacos con López Mena, cuando el mencionado empresario tenía intereses con Marruecos”.

Tampoco acompañó la ley de educación, también diferencias con la ley de la marihuana, cuando planteó el establecimiento de locales de tratamiento en poblaciones mayores a 5.000 habitantes, las realizaciones de campañas informativas y clases en secundarias que pongan en conocimiento sobre los daños que provocan las adicciones. “Ninguna de esas cosas se cumplió”, aludiendo a que pasó en el gobierno de José Mujica.

El punto más álgido, que lo llevó a utilizar el término “calentura”, fue poco menos la declaración de simpatía al gobierno de Venezuela, “cuando había realizado una elección trucha”. “Digan lo que digan, fue con miedo, con presos políticos, con torturados; lo mismo que vivimos en la dictadura uruguaya y por la que resultamos apaleados nosotros”, expresó, “¿Cómo es la que no la ven?”, se preguntó.

Para el dirigente político de pura cepa carolina, “hay una distorsión cognitiva, se crean una realidad alterna”, apuntó. Hay que preguntarles a los 7 millones de venezolanos que abandonaron su territorio, “o es como cuando el Partido Comunista dice que los que salen en Cuba a la calle son de la CIA, más o menos dicen eso”, dijo. “Esas cosas me alejan, junto al centralismo”, señaló.

“LA REALIDAD ME DICE QUE NO PUEDO ESTAR AHÍ”.

Al ser consultado, si Darío Pérez, continúa como frenteamplista, dijo; “que pregunta esa, es algo que ya no es en mi corazón, la realidad me dice que ya no puedo estar ahí; porque entre otras cosas me lo mandató el pueblo, y porque en la relación con ese Frente Amplio yo no me sentí querido”. “El respeto y la dignidad no se mendigan, existe o no existe”, remató.

Darío Pérez, dijo, que “es un grano en el traste” para el Frente Amplio. “Con el tema de la seguridad, estuve hablando desde el primer gobierno de Tabaré Vázquez y le dije que tomara recaudos porque ese iba a ser un talón de Aquiles”. “Y fue un fracaso”.

Con relación a la Luc, dijo que ha servido para juntarse unos y otros, reconociendo que se necesitan cambios porque haciendo las mismas cosas, solo se consigue el mismo resultado. Dijo, que el ex ministro del Interior, Jorge Larrañaga, resultó “de piñón fijo” dándole más respaldo a la policía.

Por otro lado, más allá de todo, es evidente que hubo un fracaso en la educación. Señaló, que nos enfrentamos a un horizonte difícil, afirmando que no estará en las próximas elecciones departamentales de Maldonado. Con relación al actual Intendente, Enrique Antía, expresó, que no está al tanto más allá de seguir los hechos públicos a través de los medios. Dijo, que por algo el hombre obtuvo 65 mil voluntades.