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El diputado Darío Pérez sostuvo que la Liga Federal Frenteamplista (LFF) pretende conseguir un senador y aumentar su bancada de diputados (hoy son dos) para luchar contra el “centralismo montevideano” que decide por el interior. La “quijotada” –según dijo- también tiene que ver con Maldonado: “queremos que el gobierno central lo tome en cuenta de otra manera y lo ayude por las diferencias con otros departamentos”. A modo de ejemplo, citó que la tierra es más cara que en otros departamentos pero las cooperativas reciben el mismo dinero que en otras zonas más económicas del país.

En cuanto a sus aspiraciones personales, confesó su firme objetivo de ser intendente de Maldonado para “hacer cosas”. Su suplente a la diputación es el veterinario Carlos Corujo, de la Zona Oeste, y si bien tiene varios suplentes conocidos como los ediles Marita Cruz, Andrés De León y Liliana Berna, Pérez admitió que su llegada al parlamento “dependerá de cómo se den los resultados”. “En este equipo cada uno tiene distintas funciones y experiencias en su área. Encontrar compañeros formados no es fácil, a pesar de que lo hemos intentado. Acá no hay una escuela de formación y por eso vamos promoviendo jóvenes para que puedan tomar responsabilidades y otra forma de encararlas”.

Pérez también precisó que no habrá Senado para personas sino para la LFF. La agrupación hizo un acuerdo para que la banca sea rotativa y fraccionada. En caso de alcanzarla, el primero en actuar será un candidato de Artigas, seguido por otro de Canelones y otro de Treinta y Tres.
“La misión que me puse es la posibilidad de gobernar Maldonado. Quiero tener la posibilidad de hacer. No tengo dudas de que soy más ejecutivo que legislativo. Tampoco me quiero jubilar de candidato a intendente, quisiera poder consumarlo”, confesó. De todos modos, dijo que ahora “lo más importante es ganar el gobierno nacional y hacerlo con mayoría parlamentaria”.

MIDIENDO LOGROS

Entonces pidió a los ciudadanos entender y considerar los logros de Uruguay en materia económica (crecimiento del PBI, de las inversiones, distribución de la riqueza, ingreso per cápita) y de derechos para los trabajadores.

Entre otros puntos mencionó que la formalización del trabajo y la creación de empleos generaron el ingreso de 400.000 trabajadores al BPS, lo cual mejoró las arcas del organismo y pudo ofrecer nuevas prestaciones y programas. “Las jubilaciones nunca aumentaron tanto como con el gobiernos del FA; las mínimas aumentaron un 48%, aunque sabemos que no es suficiente”, recordó.

Admitió que hay uruguayos que llevan años esperando una vivienda, que están sin trabajo o tienen órdenes de desalojo, por que reconoció que diez años fueron suficientes para acercarse pero no para llegar a todos. De todos modos, pidió recordar otras épocas del país que se fue deteriorando. “Muchos vieron que sus hijos se subían a un avión y se iban, otros se empobrecían y su salario empezó a comprar cada vez menos, se cerraron fábricas y emprendimientos productivos.
Todo eso fue deteriorando al Uruguay hasta que reventó en el 2002”, enfatizó.

El Frente Amplio “tomó el país con un 50% de pobres y lo pusimos donde está gracias a actitudes y direccionamiento de la política económica. Hay cosas en las cuales los logros se ven rápidamente y otras que son más difíciles por la deuda que traemos del pasado. Ahora estamos sanos para plantear otros aspectos”, dijo, y mencionó las modificaciones propuestas al IRPF.

CAMPAÑA CAMALEÓNICA

Pérez opinó que esta ha sido una campaña donde “ocurren cosas extraordinarias, casi camaleónicas”. Como que Luis Lacalle Pou se arrogue la diversificación de la matriz energética mediante molinos de viento, cuando el proyecto de energía eólica “fue pensado por Daniel Martínez junto con UTE”.

Cuestionó, asimismo, que “el centro de una campaña puede ser una canción y el revoleo de bandera. No puede ser prenderse de un fierro, sino cómo se hará para lograr lo que se promete”.

“Resulta que todo lo que estaba mal hasta hace tres meses, a medida que nos acercamos al 26 están bien. Pedimos honestidad intelectual en la campaña porque, por ejemplo, nadie puede pensar que aspectos como la seguridad se van a solucionar de un momento a otro”.

Reivindicó, en este punto, las mejoras en materia de salario y equipamiento policial y la “extraordinaria reforma que dará sus frutos con el tiempo”. Sostuvo, además, que la mejorar la seguridad implica profundizar en valores y generar un cambio en las cabezas de quienes creen que pueden conseguir lo que quieren robando o jorobando a otro.

Por enésima vez, pidió a los votantes que permita al Frente Amplio llegar a un tercer gobierno “para seguir por el mismo rumbo, que ha sido nuevo para Uruguay”. “Tenemos dificultades en algunas áreas, pero pedimos que nos permitan seguir ordenando el país. Cuando pase el tiempo y se mire este período del 2005 al 2015 sólo habrá un período en la historia en que se logró tanto a la vez: el del 1910 a 1930”, observó, aunque admitió que hay mucho para mejorar.

TODOS AL BARCO

Por último, Pérez llamó a votantes de todos los partidos a reflexionar y comparar candidatos. “Hagan el ejercicio de subir a sus seres queridos en un barco y elegir un capitán”, graficó.

Luego reconoció en Bordaberry un currículum “interesante”, algunas “horas de vuelo” como ex ministro y otras de “simulación de vuelo” en las sucesivas campañas electorales en que participó. Repasó los antecedentes de Vázquez como dirigente de fútbol, como intendente de Montevideo y como presidente., para concluir que en todas sus actividades produjo “cambios extraordinarios” y que sus cinco años en la presidencia “no tienen parangón”. De Lacalle Pou concluyó que dos períodos como diputado y una candidatura a intendente no son suficiente bagaje como para gobernar.

“Que la gente medite. Para gobernar se necesita la experiencia, la templanza para moverse en la vida cuando se viene de abajo y cuesta más conseguir las metas, y también las horas de vuelo. La gente no debería tener la menor duda” en elegir a Vázquez.