Al lanzar oficialmente en San Carlos su candidatura a la Intendencia de Maldonado, el frenteamplista Darío Pérez puso énfasis en la urgencia de solucionar los problemas de vivienda en Maldonado y lograr que los ciudadanos tengan sus necesidades básicas satisfechas. Pero además, sostuvo que un gobierno departamental de la izquierda debe tener un equipo “profundamente humano” y un intendente con oídos abiertos a la gente y a sus compañeros.
Parafraseando al ex presidente Tabaré Vázquez, Pérez señaló que un gobierno de la izquierda requiere de un equipo "profundamente humano" para poder llegar a la gente. "La política y particularmente la izquierda sin corazón no pueden ir a donde realmente tienen que ir. A que los más necesitados puedan algún día ver la felicidad de estar con sus necesidades básicas satisfechas, que es nuestra mayor aspiración", señaló el candidato.
Acto seguido dijo que quiere un intendente "capaz de escuchar, con inmensas orejas". "Parece absolutamente esencial que el próximo intendente tenga los conductos auditivos bien destapados. Eso pasa porque te equivocas menos cuando escuchas más, pasa porque cuando un compañero te sacude la manga y te advierte que te vas a estrellar, tienes que ser capaz de rectificar el camino... por sobre todas las cosas si son compañeros de toda la vida".
"Y pasa también por escuchar el clamor del pueblo, que sólo se puede escuchar cuando se anda en la calle, cuando nos paramos en la esquina, cuando entramos a un boliche. El clamor del pueblo lo escucho yo en mi consultorio. El clamor del pueblo se puede escuchar pero también hay que tener los oídos destapados. Y cuando no anda la cosa, hay que tener la mano firme para ser capaz de rectificar el rumbo del gobierno. No tengo la menor duda de que es la forma de actuar", expresó Pérez.
Por otra parte, en diálogo con FM Gente, Pérez dijo que se siente muy preparado para ser intendente de Maldonado y que aceptó la candidatura porque sabe que puede aportar muchos votos a su fuerza política. No obstante, también admitió que tiene "hambre de gobernar".