Las sedes labolares, de familia y civiles de Maldonado que deben ser reubicadas luego que el Poder Judicial no alcanzara un acuerdo para seguir funcionando en el inmueble de Sarandí entre Ledesma y 3 de Febrero, trabajarán en muchos casos de forma "vergonzosa", según señaló el doctor Roberto Arrospide, Defensor de Oficio.
La salida encontrada obedece a un criterio de "no pérdidas" que sigue el director de los Servicios Administrativos del Poder Judicial ingeniero Marcelo Pesce, a quien responsabilizó Arrospide por tomar decisiones inviables para el funcionamiento.
Citó que los juzgados labolares que irán a "Arco's del Vigía" tendrán que hacer "bajar" a los jueces y que abogados y demandantes deben esperar "afuera" el diligenciamiento de sus casos.
Los juzgados de familia que se ubicarán en Román Guerra y Santana (donde ya funcionaron sedes) tienen también problemas de accesibilidad, en tanto que los "civiles" irán a 25 de Mayo, entre Sarandí y Román Guerra donde funcionara la Asistencial Médica de Maldonado.
Arrospide dijo que pese a existir juzgados especializados de Violencia Doméstica y de Género en San Carlos, una abogada debió renunciar por trabajar en silla de ruedas y no poder moverse.
A esto hay que agregar que las víctimas deben declarar en espacios comunes donde otros profesionales y sus asistidos escuchan su caso, debido a que no hay divisiones apropiadas.
"No se respetan los derechos de las mujeres", sentenció Arrospide quien agregó que los defensores de oficio deben ubicarse en boxes del Centro de Justicia de Maldonado donde no caben juntos con quienes demandan el servicio.
El profesional planteó la situación que se vivirá en las sedes judiciales al hablar este jueves en la Primera Página de La Revista de FM GENTE.