La Federación Médica del Interior (FEMI) hizo saber al Presidente Luis Lacalle Pou que “hay más casos activos en el interior que en Montevideo” y que si bien se creía que la reducción de la movilidad era imperiosa, también preocupa “que para algunos territorios las medidas anunciadas no sean suficientes”.
Para el gremio, en el interior las realidades son muy distintas entre sí y las definiciones y medidas generales muchas veces pueden ser insuficientes para una zona o demasiado severas para otra.
La agremiación afirma “tener información sobre demoras de hisopados (en algunos lugares los resultados demoran incluso más de una semana); limitaciones en la capacidad de respuesta e incluso colegas que están en cuarentenas preventivas o infectados, que merman la capacidad de atención”.
En el último año hubo, en promedio, 96 médicos ausentes por mes por Covid-19 o cuarentenas preventivas, que en la última semana ascendió a 122.
De los poco más de 3.000 médicos que trabajan en los prestadores privados del interior, en el último año hubo 1.151 que no pudieron trabajar en algún momento, por coronavirus o aislamientos de precaución. En promedio, cada uno de estos 1.151 médicos estuvo de baja en el sistema por 13 días.
Cero ocio nocturno
Sobre el cierre de las termas, FEMI advirtió que puede llegar a significar un corrimiento de la movilidad, no una disminución, y que los departamentos hoy en “naranja” (Colonia, Maldonado y Rocha), van a recibir muchos visitantes.
En ese sentido, y asesorados por el Dr. Julio Medina, la agremiación sugiere “disminuir las posibilidades de ocio nocturno en Semana de Turismo”.
Bajo testeo y lo rural
La capacidad de testeo del CENUR Salto está desbordada. Se procesan 100 test PCR por día de Salto, Río Negro y Artigas. ASSE se comprometió a comprar un robot que aumentaría esa capacidad de testeo de 100 a 300 PCR por día, pero el equipo nunca llegó al CENUR.
Hay zonas en las que si una unidad de traslado se va, la capacidad de respuesta ante cualquier emergencia o urgencia queda demasiado frágil, para lo que FEMI propone robustecer la red de traslados mediante las unidades del SAME apostadas en los ejes de ruta.
Por otra parte, el desgaste de los equipos de salud rural es notorio, excediendo incluso a las responsabilidades médicas.
Los médicos se aumentaron la carga horaria, colaboran con la agenda web, comparten internet y hasta ayudan en la navegación web a los pobladores para agendarlos.
Es difícil para el grueso de la población rural el agendarse para la vacunación (señal débil, poca habilidad para la navegación en la web, situación socioeconómica carencial), a lo que se suma luego la concurrencia a los vacunatorios, que en algunos casos quedan lejos.
Por ejemplo, Casupá es vacunatorio del Este de Florida, pero la gente de Cerro Colorado, Reboledo y Fray Marcos tiene que trasladarse entre 12 y 32 km y hay ejemplos peores; como la zona Este de Durazno, Salto y Paysandú por mencionar solo algunos.
Una solución sería darle a cada RAP la independencia de complementar el sistema de agendas con equipos móviles y aprovechar el personal de las policlínicas rurales.
Luego de reconocer el valor de las vacunadoras, la Federación señaló que, ante la situación, piensa que el personal de enfermería es totalmente capaz para aplicar la vacuna (con supervisión) y así aumentar la velocidad de vacunación.
El gremio ofreció colaborar para que se logre concurrir con un equipo móvil de vacunación a poblaciones seleccionadas con una estimación del número de dosis necesarios de cada tipo de especialidad vacunal (previa coordinación con la RAP o IAMC local por posibles urgencias).
La Federación Médica del interior está conformada por22 gremiales y 3.500 médicos.