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Rodríguez consideró “peligroso” que el proyecto responda al interés del empresario argentino Eduardo Constantini, quien desarrollará la urbanización Las Garzas en la costa rochense a cambio de construir esta interconexión dura entre Maldonado y Rocha. A su juicio, que un proyecto responda a los intereses de un particular es “peligroso para los intereses de la Nación”.

También entiende “preocupante” que el intendente Artigas Barrios utilice “el aparato Estatal para hacer campaña para un puente de un privado”. “Me parece gravísimo que un servidor público deje de ser tal, para ser servidor de un empresario”, dijo. La falta de profesionales para aportar una visión integral al tema es, a su entender, otro punto cuestionable al gobierno rochense.

“Existe un equipo de arquitectos, agrimensores y un economista, ex funcionario de Naciones Unidas, que se incorpora a la parte de Ordenamiento Territorial. Pero no existe una visión integrada: no tienen ecólogo, biólogo, geógrafo, sociólogo, entonces es una visión parcializada que apunta a la urbanización, al loteo y al fraccionamiento”, advirtió.

A juicio del biólogo, esa es una visión “perimida” para las costas del mundo. “Está perimido hacer rutas costeras y esto es una ruta costera, desde el punto de vista técnico, que no se recomienda en ningún lado”, señaló. Agregó que las recomendaciones apuntan a seguir ejes más alejados a la costa, como la Ruta 9. “No hay que seguir insistiendo en la Ruta 10, porque vamos a machacar la costa como ya pasó en Maldonado”, vaticinó.

Rodríguez asegura que el puente en la Laguna Garzón tendrá un impacto negativo “inmediato” sobre el entorno. “El puente es como sacarle el tapón a una urbanización vial costera, como seguir lo que pasa en la costa de Canelones y Maldonado, donde casi no existe costa natural.”

“La costa de Rocha todavía se mantiene muy aprovechable para otras cosas y eso dará más recursos al país y a Rocha que hacer una serie de balnearios, ya sea de lotes chicos o lotes grandes”, opinó. En este sentido, remarcó que al margen de su tamaño los balnearios habilitados en Maldonado destrozan toda la cobertura vegetal del lugar porque “no hay ningún control, la gente viene y planta cualquier cosa, hace tajamares y cambia la perspectiva geomorfológica”.

Rodríguez también cuestionó el plan de urbanización que, en los últimos días, defiende Barrios como garantía de que será preservado el medioambiente. Sostuvo que el plan salió “de entre cuatro paredes y sin participación ciudadana” y sólo es aplicable solo a un trozo del departamento. “No es válido. Debieron hacer un plan departamental y un plan para la región este que recién está en curso para la DINOT”, lamentó.

El destrozo de la flora autóctona de la zona es otro de los fundamentos para oponerse a la construcción del puente. El biólogo dijo que Garzón tiene “valores ambientales únicos” en el país, que trascienden “los valores económicos de las inmobiliarias”. Advirtió, además, que la protección de ese lugar es un compromiso con convenios internacionales. “Así como Uruguay ha quedado pegado en Derechos Humanos por la ley de Caducidad a nivel internacional, quedará muy mal parado si sigue adelante con esto” ante la Unesco y varias convenciones ratificadas por el país, dijo.

Por estos motivos Rodríguez convocó a vecinos y organizaciones a participar en la audiencia pública que se realizará este viernes, a partir de las 17:30, en el Teatro 25 de Mayo de Rocha. Recalcó que, para dejar constancia de su postura, deben llevar una carta explicando los motivos de preocupación, que será sellada por las autoridades y aportará a la decisión final de la Dirección Nacional de Medioambiente sobre el proyecto.