Las autoridades del centro educativo número 7, ubicado en Avenida Batlle y Ordóñez, descubrieron que varios salones habían sido violentados. Los delincuentes ingresaron y rompieron vidrios y vandalizaron al menos 7 aulas.
Asimismo realizaron sus necesidades fisiológicas en el interior de los salones. Los niños reciben las clases correspondientes en otros salones, al tiempo que los maestros intentan acondicionar los que fueron destrozados.
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