Así lo afirmó este martes el titular de la repartición, Daniel Gilardoni, basado en los análisis e informes que realizaron científicos argentinos. Por otra parte informó que Prefectura todavía no ubicó a los responsables de arrojar 80 kilos de herbicida aparecidos en el balneario San Francisco y desvinculó la presencia del tóxico con la muerte de algunas especies en costas de Maldonado y Rocha.
Si bien no están los informes finales, Gilardoni aclaró que cada día que pasa abona la teoría de que los pingüinos murieron por causas naturales. “Cada hecho nuevo que agregamos, en contacto con técnicos argentinos y consultas realizadas al Centro de Investigacion y Asesoramiento Toxicológico (CIAT) del Clínicas, siguen abonando que se trata de mortandades propias de esta época del año, que no están vinculadas con los tóxicos encontrados”, indicó el jerarca, en rueda de prensa.
La teoría se sustenta en que la mayoría de los pingüinos muertos eran jóvenes y en mal estado de nutrición. “Si hubiera sido una intoxicación deberían aparecer pingüinos de todas las edades. Tenemos que tener en cuenta que en esta época pasan por esta agua más de un millón de pingüinos, de los cuales entre 500.000 y 700.000 podrían ser juveniles”, observó el jerarca. Según le dijeron los científicos, tal proporción no se refleja en los especímenes que han muerto en las costas de Maldonado y Rocha.
Por otra parte, Gilardoni informó que las necropsias no mostraron signos de intoxicación agudas y si bien dijo que las próximas autopsias se chequearán con la información del CIAT, será difícil detectar el herbicida ya que “el producto tóxico no deja residuos trazables a nivel de los tejidos” para muestra del laboratorio.
En cualquier caso, el director de Recursos Acuáticos aseguró que la investigación continuará hasta que existan elementos suficientes para cerrar el caso. “Cada día que pasa o hecho nuevo que tenemos abona la hipótesis de que no hay relación (con la muerte de animales)”, enfatizó.
En cambio, estimó que la aparición de tantos animales puede estar relacionada con un incremento en su población y un corrimiento en su hábitat. “En Argentina hay más de un millón de parejas reproductoras, las poblaciones se corren al Norte y el año anterior tuvo una gran producción de polluelos”, afirmó.
La cantidad de animales muertos, por tanto, “puede responder a que hay una mayor cantidad de pingüinos migrando o que las corrientes y los vientos, en lugar de dejar los cuerpos en el mar como ocurre habitualmente, los trajeron a la costa”.
En cuanto a la identificación de quienes arrojaron el tóxico que terminó en la costa de San Francisco, Gilardoni recordó que la investigación está en manos de la Prefectura. No obstante, consideró difícil que se pueda “trazar el producto hasta sus orígenes ya que es brasileño y que no se comercializa en Uruguay”. La sanción a los responsables dependerá, por eso, de qué tan lejos llegue la investigación de prefectura.
(foto: Julia Caputti)