El legislador envió una nota al director de ASSE, Alejandro Drapper, para que disponga “en forma urgente” una auditoría e investigación en el centro de salud de Aiguá. Afirma que no hay ambulancia para traslados, ni técnicos de laboratorio, la sala de maternidad se usa como depósito de medicamentos y los pacientes son dados de alta por la dirección sin consultar el médico tratante, entre otras presuntas irregularidades.
En principio, Rodríguez remarcó que desde hace dos meses el centro carece de “servicio de traslado en ambulancia” porque dos móviles están en reparación y uno no tiene frenos. También denunció que hay “persecución” de funcionarios que “no están de acuerdo con la nueva administración” del centro.
Por esa razón, señaló, el establecimiento está sin un licenciado ni técnico de laboratorio: “la licenciada que estaba a cargo del laboratorio pidió traslado al Hospital Pereira Rosell por las constantes persecuciones que era objeto”.
En su listado de planteos al jerarca de ASSE, Rodríguez también puntualizó que “el consejo consultivo no está funcionando por renuncias y licencias y no se invita a los médicos a participar del mismo”. Añadió que “se retiró de funcionamiento la sala de maternidad, siendo instalado en dicha sala un depósito de medicamentos”.
También refirió que se dispusieron medidas “muy severas de control de la medicación que se utiliza en la emergencia”. A modo de ejemplo, dijo que “para administrar una inyectable indicada por el médico de guardia se debe contar con la correspondiente receta, siendo absurdo realizar una receta por cada ampolla indicada”.
El legislador también sostuvo que la dirección resolvió “no comprar más vendas de yeso, perjudicando a los pacientes que presentan fracturas simples” y que se ha retirado “en forma arbitraria toda medicación vía oral del área” de urgencias y emergencias.
Otro problema detectado en el centro norteño es la falta de ventilación en la cocina, que por otra parte está “contigua a la sala de partos”. En ésta, además, se retiró la pintura blanca de los vidrios, lo cual “obliga a los médicos a descartar la mesa ginecológica, dado que las ventanas dan a la calle y los partos que vienen en período expulsivo deben ser realizados sin las debidas reglas éticas, afectando el pudor de las pacientes y en el caso de la emergencia se debe trabajar a la vista del público”, indicó.
En su misiva a Drapper, Rodríguez también cuestionó que la dirección haya dispuesto que sólo los especialistas pueden ordenar exámenes tales como ergometrías, ecocardiogramas, tomografías o electroencefalogramas. A su juicio, esto “retrasa el acceso de los pacientes a este tipo de estudios.
Además remarcó que la directora y subdirectora “sugieren a familiares de los pacientes tratamientos e interconsultas sin tomar en cuenta la opinión del médico tratante” y que solicitan altas de pacientes “sin consultar con el médico tratante”.
(foto: Aiguá)